NO CAMBIES TU NATURALEZA
Un maestro sabio
y noble de corazón que vio cómo un alacrán se estaba ahogando, decidió sacarlo
del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán lo picó.
Por la reacción al dolor, el maestro lo soltó, y
el animal cayó al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intentó sacarlo
otra vez, y otra vez el alacrán lo picó. Alguien que había observado todo, se
acercó al maestro y le dijo: "Perdone, ¡pero usted es terco! ¿No entiende
que cada vez que intente sacarlo del agua lo picará?".
El maestro respondió: "La naturaleza del
alacrán es picar, y eso no va a cambiar la mía, que es ayudar". Y
entonces, ayudándose de una hoja el maestro sacó al animalito del agua y le
salvó la vida.
No cambies tu naturaleza si alguien te hace
daño; solo toma precauciones.
Romanos 12:21 - No te dejes vencer por el mal;
antes bien, vence al mal con el bien.
Muchas veces nos sentimos defraudados por la actitud
de quienes nos hacen daño injustamente, nos sentimos heridos y con razón cuando
alguien nos ataca, o nos juzga o nos critica. Nos entristecemos y nos amargamos
cuando alguien no resulto ser como esperábamos o simplemente no suplió nuestras
expectativas. La reacción primaria es de dolor, de rechazo, de bronca, de
rencor. Es una reacción natural, instintiva, humana no la podemos evitar (así
como el maestro sintió el dolor de la picadura, o alguien puede clavarse con la
espina de una rosa). Quizá muchos de ustedes han llorado en estos últimos días
por cosas que te han pasado, o te han hecho, por situaciones que no merecías
vivir, quizá muchos no pudieron comer por causa de la angustia, quizá muchos no
han podido dormir pensando “porque?, porque a mi? Que hice para merecer esto?”
quizá tomaste distancia de esa persona o te dijiste “nunca más me toman de
tonto, no me voy a dejar usar nunca más, nadie más me va herir, se termino,
cierro el corazón y tomo distancia de todos y de todo” Todas estas reacciones
son humanas, son como un mecanismo de defensa porque nos sentimos atacados,
pero mas allá del hoy, del dolor de tu presente, mas allá de tu reacción lógica
de auto defenderte debes preguntarte…¿Cuál es mi naturaleza? De que estoy hecho?
Que corazón tengo? La naturaleza del alacrán es picar, la del maestro era
ayudar. Hay personas que por herencia, por frustraciones o porque fueron antes
heridos y abandonados tienen como naturaleza herir, lastimar, ofender,
reaccionar mal, juzgar, condenar,…no es contigo solamente el problema, lo hacen
y lo harán con otros también porque esa es su naturaleza. En cambio vos y yo
los que tenemos el amor de Dios en nuestro corazón, los que somos ciudadanos
del Reino, tenemos otra naturaleza, la de perdonar, amar, ayudar, comprender,
tolerar, pasar de largo la ofensa! Nos nace, es nuestro instinto, porque
tenemos la naturaleza de Dios en nuestro interior. Nos podrán tratar de ilusos,
de zonzos, de débiles, y hasta nosotros mismos muchas veces nos habremos de
cuestionar el ser “blandos” pero cuando tenemos la naturaleza de Dios, del
amor, de la fe no podemos ir contra ella! Actuamos de acuerdo a lo que tenemos
adentro
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