AMOR PARA TODA LA VIDA


 

La gran mayoría de las personas ya no cree en el amor para toda la vida, cree que este es un ideal de otra época y que hoy es casi imposible de practicarlo, que está reservado para unos pocos matrimonios suertudos, como salidos de una película de Hollywood. En las últimas tres décadas se han triplicado los divorcios en el mundo y más del 50% de las parejas experimenta el transe amargo de pasar por el divorcio. A que se debe esto? Sencillamente a que el hombre y la mujer han abandonado el plan original de Dios para la familia y lo han reemplazado por sus intereses y gustos mezquinos.

                         

Cuál es el plan original de Dios Para el hombre y la mujer?

 

-Dios los creo y los unió para amarse y complementarse hasta ser una sola carne.

-Dios estableció que lo que el unió nadie ni nada debía separarlo.

-Dios pensó en el matrimonio como una unión espiritual para toda la vida al punto que solo la muerte pueda separarlos.

-Dios instituyo el matrimonio para que un hombre y una mujer puedan alcanzar juntos sus máximos sueños y aspiraciones y ser felices.


En el diseño original de Dios para el matrimonio si existe el amor para toda la vida!

 

Ahora bien, Satanás viene trabajando hace cientos de años para destruir el diseño original de Dios, porque el vino para destruir! Y en este último tiempo se está jugando sus últimas cartas y está tirando con munición gruesa contra la familia. La ideología de Genero, la mal llamada “educación sexual” en los colegios, las leyes pro abortistas, la sexualidad libre y desenfrenada están haciendo estragos en nuestra sociedad, destruyendo la cabeza de nuestros niños, pervirtiendo a nuestra juventud, y detonando el concepto de matrimonio y familia. Este plan fue urdido en el infierno! De eso no tenga la menor duda! Pero no son las únicas cartas que usa Satanás, hay otras más sutiles que también generan un efecto devastador.

 

EL EGOÍSMO:

Las personas se distancian por egoísmo, porque uno de los dos busca su bien y no el del otro o el bien común. La biblia habla del matrimonio como “una sola carne” es decir no se puede distinguir entre uno y otro!. Hoy la realidad nos muestra matrimonios con identidades separadas, proyectos separados, dinero separado, y hasta camas separadas! Este no es el diseño de Dios. En un matrimonio o pareja donde esta Dios la identidad es compartida. Cuando el hombre y la mujer piensan lo mismo, sienten lo mismo, caminan juntos, proyectan juntos, administran juntos, no hay lugar para que nada ni nadie entre a romper esa unión, pues son una sola carne!

Hoy tenemos matrimonios con identidades separadas, con pensamientos y criterios antagónicos, donde imperan pensamientos tales como: “Yo necesito mi espacio” “dejame hacer mi vida” “No te metas en mi vida” “Es mi plata y con ella yo hago lo que quiero!” “Yo a vos no te tengo que pedir permiso” “Yo salgo con mis amigos y vos salí con los tuyos si queres”. Esa pareja no está en el diseño original de Dios, no son “una sola carne” por lo tanto no va a funcionar porque lo que no es de Dios no perdura!

Los que son de Dios piensan en términos de DAR Y RECIBIR (primero dar!) el egoísta no! Porque está centrado en sus gustos y conveniencias, es mezquino, no pone las necesidades del otro por encima de las suyas. No hace del matrimonio la prioridad, Si bien es cierto que la pareja no es la única relación significativa que tenemos, si debes ser la más importante, pues es con quien compartes tu proyecto de vida.

 

La persona egoísta:

-Solo ve lo que es importante para sí misma.

– Ningún otro punto de vista es tan importante como el propio.
– Hace planes para los dos, sin consultarte.
– Da algo cuando quiere recibir algo a cambio.
– Es imposible intercambiar ideas, porque siempre tiene la razón.
– No te pregunta por tus cosas ni por tus sentimientos.
– Cuando algo no le gusta o no quiere, dice "no", sin explicar mucho más.
– No te escucha cuando le estás hablando, y después se ofende.
– Dice que "no soporta los reclamos".
– Pasa más tiempo hablando de sí misma que de cualquier otra cosa.

Estoy convencido que uno de los mayores destructores silenciosos del matrimonio es el egoísmo y este proviene de un corazón que no conoce a Dios, porque Dios es amor y amar es dar!

Si el corazón no está rendido a Dios, el orgullo y el egoísmo harán pedazos cualquier relación. Si usted quiere un matrimonio unido y feliz entréguele su corazón a Dios y pídale que él lo transforme. Si estas pensando en casarte o ponerte de novio, busca a una persona que ame a Dios con todo su corazón, y que te demuestre que está dispuesto a poner a Dios y a ti por encima de todo, aun sobre sí mismo. Recuerda: donde reina el egoísmo siempre habrá división, donde reina de Dios habrá amor para toda la vida! Cordón de tres dobleces no se rompe pronto (Eclesiastés 4:12). Ese cordón eres tú, tu pareja y Dios!

 

 


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