EL MANTO DE LA SUPERACION


 

Eliseo fue fiel discípulo del profeta Elías, lo siguió con lealtad y obediencia a sol y sombra, hasta el día en que este fue llevado al cielo en un carro de fuego.  Sabiendo Eliseo que en aquel día Elías seria arrebatado para siempre, le hizo una petición, “quiero recibir una doble porción de tu espíritu”. Cosa difícil has pedido respondió Elías! No porque fuera imposible otorgar esa petición sino por el costo de renuncia y abnegación que tendría que pagar Eliseo para obtener semejante beneficio. El precio fue perseverar hasta el final, creciendo en fe en cada etapa del camino, hasta finalmente recoger el manto que el propio Elías dejo caer. Usando con fe ese manto abrió las aguas del Jordán, demostrando así tener el Espíritu Santo y alcanzo una vida victoriosa duplicando en cantidad de milagros a su maestro.

Antes de que Eliseo fuese revestido de ese poder espiritual, paso por cuatro niveles de prueba y decisión bien definidos:

Gilgal: El lugar de la “circuncisión” de la consagración, de la santificación, donde decidimos limpiarnos para Dios, quitando lo impuro de nuestro corazón.

Betel: Betel significa “Casa de Dios” fue el lugar donde el Patriarca Jacob tomo la decisión de honrar a Dios, dejando atrás su vieja vida, llena de mañas y pecados para servir al propósito de Aquel que lo escogió. Betel representa el afirmarse en la Fe, abandonando el pasado para proyectar el plan de Dios con coraje.

Jericó: Primera ciudad que los Israelitas conquistaron al entrar a la Tierra Prometida, no sin antes buscar dirección de Dios para la batalla. Jericó representa el momento de la batalla, de enfrentar, de pelear por lo que Dios te dio. Representa las conquistas por la Fe.

Jordán: Es el lugar del desafío de pasar a un nuevo y glorioso nivel. El Jordán marca el límite entre el desierto y la tierra de la abundancia. Es el lugar donde usted elige, volver a atrás, quedarse en ese pasado miserable, o caminar por la fe hacia su victoria, aunque las aguas parezcan imposibles de cruzar.

Si usted ya paso por el proceso de consagración abandonando el pecado, si se estableció en la Casa de Dios como su lugar en la Tierra, si peleo las batallas y enfrento a sus enemigos, ahora es el momento de tomar el “Manto de Elías”, cruzar su Jordán y conquistar su sueño mayor!

Elías representa al Espíritu de Dios, a quien usted y yo seguimos y servimos noche y día. El manto representa el legado, la herencia, la autoridad que Jesús nos ha entregado para hacer mayores cosas en su nombre. El Jordán representa el desafío que usted tiene por delante. Use su fe y las aguas se abrirán! Compruebe usted también que el Dios de Elías sigue presente y hace milagros!


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