EL VARÓN DE LA ESPADA


 

Estando Josué cerca de Jericó se aparto del Pueblo, de la gente del ruido, para buscar el rostro de Dios y meditar sobre el gran desafío que tenía por delante. A lo lejos divisa a un varón que estaba delante de él con una espada desenvainada en su mano. Josué duda sobre quien seria este personaje y va hacia él y le pregunta “¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?” grande fue su sorpresa ante la respuesta de aquel Ser,  quien le contesto que era el Príncipe del ejercito de Jehová. Josué tuvo un encuentro con el Señor Jesús. Entendiendo que estaba frente a semejante autoridad espiritual celestial, inmediatamente se postra, adora y se dispone a escuchar la voz de Dios. El Señor le indico que lo que debía hacer en ese momento era quitarse el calzado porque el lugar que estaba pisando era santo. Y así lo hizo. Fue un encuentro que marco la vida de Josué y lo determino para la conquista. Con semejante revelación ya no podía quedar duda alguna que la victoria estaba garantizada!

Amigo/a quiero decirle que usted no está solo, Jesús está a su lado! El va delante suyo, el pelea sus batallas, el va abriendo camino, venciendo a los principados del mal para que usted conquiste lo que se determino poseer. Si sus ojos fueran abiertos como le fueron abiertos los ojos a Josué en aquel día, usted podría ver que, si bien es grande la oposición, los muros espirituales y los espíritus inmundos que se levantan contra su vida, mas grande es Aquel que bajo del cielo para luchar en su favor. Usted no está solo! Jesús está contigo!

La espada esta desenvainada en su mano, Esto nos dice que habrá guerra, habrá oposición, pero la mano fuerte del Señor está de nuestro lado! No hay enemigo que se resista a la espada del Señor! La victoria está asegurada, si usted vence su batalla espiritual, usted conquistara en el mundo material.

Si usted está enfrentando murallas muy altas, puertas muy cerradas prepárese como Josué:

1-Apartece de la gente: Necesitamos tomar distancia de aquellos que nos influencian, de aquellos que nos distraen, de aquellos que nos quitan la fe. Para vencer usted necesita al Señor Jesús, y para tener un encuentro con Jesús, usted tiene que apartarse del ruido, del mundo, del pecado, …hay gente que es estorbo, hay rutinas que no son provechosas, …apartase como Josué y el Señor se le va a aparecer y se va a poner delante suyo para librarle!

2-Quite la duda de su corazón: Josué dudo por algunos instantes, “eres de los nuestros o no?” Cuantas veces dudamos si el señor esta con nosotros o no, cuantas veces nos sentimos confundidos y pensamos “será que Dios me va a ayudar?” “Sera de Dios o no será de Dios esto que voy a emprender”. La duda paraliza, la duda nos tira para atrás, la duda aborta el milagro y la bendición, la duda es la gran enemiga de la Fe. Si usted quiere conquistar, primero tendrá que vencer su duda, como? Haga como Josué, corra hacia Jesús, no espere, busque el rostro de Jesús y estando cara a cara con el usted podrá entender el plan que él tiene para su vida.

3-Adore: Josué se postro y adoro. Adorar es reconocer el Señorío de Cristo, es proclamar su grandeza! Para conquistar necesitamos adorar en medio de la dificultad, en los momentos de tensión, de zozobra. Cuando usted se encuentre frente a una circunstancia determinante adore, diga “tengo un Dios que todo lo puede, el pelea por mi y por lo tanto mi victoria está asegurada”. Satanás quiere que en la batalla usted reniegue, se queje, hable de forma negativa, porque él sabe que lo que usted declara es lo que va a atraer sobre su vida…descoloque a Satanás, adore a Dios!

4-Escuche a Dios: Josué dijo “Que dice mi Señor a su siervo?” El estaba dispuesto a oír, el quería recibir consejo, instrucción. Hay personas que solo hablan, pero no escuchan, hay quienes van a la iglesia pero no prestan atención a la instrucción divina. Para conquistar usted tiene que oír el consejo de Dios. Usted no es nada, usted no sabe nada! Vacíese de su orgullo, decida obedecer a Dios y va a conquistar.

5-Limpiece: La única orden que le fue dada a Josué fue “Quita el calzado de tus pies…” Quitarse el calzado simboliza limpiarse del pasado, de todo lo que traemos del camino, aquello que nos ensucia y no nos permite tener plena comunión con Dios. La costumbre oriental indicaba que antes de sentarse a la mesa a comer se debían lavar los pies, Jesús les lavo los pies a sus discípulos antes de sentarse a la mesa con ellos. Quitarse el calzado es reconocer que debemos despojarnos de nuestra vieja vida y santificarnos para Dios. Si usted quiere conquistar suelte el pasado, límpiese de todo lo que trae de su vieja vida y conságrese para Dios. La santificación es garantía de victoria!


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