ME ESTOY ENFRIANDO ESPIRITUALMENTE

 

Los cristianos pasamos por dos etapas bien marcadas:

a) Primer amor: Cuando experimentamos gozo, pasión, entusiasmo, ganas de hacer cosas, de predicarle a todos, cantar alabanzas todo el día, comernos la Biblia, etc.

b) Enfriamiento: Cuando perdemos el gozo, el entusiasmo, la pasión. Entramos en una rutina, ya no queremos venir a los cultos, dejamos de orar, leer la palabra, adorar a Dios, vemos a Dios y la Iglesia como una obligación religiosa y no como un estilo de vida, espiritualmente nos desinflamos!

 

FRENTE AL ENFRIAMIENTO ESPIRITUAL HAY TRES REACCIONES:

a)Negación:  “No, no es así, yo estoy bien. Que no congregue no significa que no esté bien con Dios”,  “Yo busco a Dios a mi manera” “Yo no deje de creer en el Señor”

Esta reacción es la más peligrosa ya que lleva a la muerte espiritual, como aquel que no reconoce que está enfermo y no se hace tratar.

b) Justificación: “Es que yo trabajo mucho” “Es que no tengo tiempo” “no tengo quien me lleve” “Es que veo muchas cosas en la iglesia que no me gustan”

La justificación lleva a la derrota, porque toda excusa es derrota. El problema, el obstáculo hay que enfrentarlo, no justificarlo.

c) Reconocimiento: “Reconozco que me aleje” “Reconozco que no soy el mismo” “ore por mi pastor porque quiero ser el de antes”.

Reconocimiento es cuando uno es sincero consigo mismo y con Dios. Cuando uno es sincero y reconoce, no le echa la culpa a nadie, no pone excusas sino que se hace cargo.

Esta reacción es la más saludable porque toda liberación empieza por reconocer

Ahora bien, no alcanza con el diagnostico! El tema es como salir de ese estado! Este es el gran dilema de muchos cristianos sinceros! “Pastor, yo quiero, pero no puedo”

Un creyente enfriado es como un vehículo que tiene el motor frio y no arranca ni a empujones y de tanto intentarlo se termina quedando sin batería!

COMO VOLVER AL GOZO?

1) Reflexionar: Piense en el peligro en que se encuentra su vida espiritual. El hijo prodigo volvió a la casa porque reflexiono. Piense en a) Que la venida de Cristo esta cerca, b) En que hoy puede ser su ultimo día, c) Que cuenta le va a rendir a Dios de todo lo que él le dio?

2) No espere sentir: Los seres humanos nos dejamos llevar por las emociones. La mayoría de los apartados y enfriados les cuesta salir de esa situación simplemente porque “no lo sienten” “Es que no siento nada pastor” “No me dan ganas” “Yo no quiero hacer nada forzado, nada que no sienta” “Para que voy a ir a la iglesia si no lo siento?” ERROR! Usted no tiene que esperar sentir nada!

NO ESPERE SENTIR PARA HACER, HAGA PARA SENTIR!. El hacer lo que corresponde trae satisfacción.

Hay muchas cosas que no las sentimos pero que luego de hacerlas nos traen recompensa y gozo: Estudiar, trabajar, perdonar, ayudar, obedecer, ahorrar, etc. Se da cuenta? No se trata de sentir!! Se trata de obedecer, de hacer lo correcto, aunque al principio nos cueste horrores, aunque lo haga de mala voluntad…esfuércese!!

La Biblia dice: “Al que venciere…” sabe porque? Porque no es fácil, es una batalla constante entre el perro blanco y el perro negro, es una lucha diaria contra nosotros mismos y contra esos cientos de espíritus que no quieren que sirvamos al Señor.

3) Genere hábitos espirituales: Los médicos dicen “Somos lo que comemos” lo mismo se aplica a lo espiritual. De que te alimentas a diario? Cuáles son tus hábitos? Que lees, escuchas, con quienes hablas, en que piensas, que ves en la TV, a que dedicas el tiempo libre, de quienes te rodeas? Todo ello, todo tu entorno determinara tu carácter y comportamiento. Debes abandonar los hábitos peligrosos y que no le agregan valor a tu vida y debes cultivar hábitos que te acerquen a Dios y tu sueño.

En la carta a la Iglesia de Éfeso, Jesús dice: “Recuerda por tanto de dónde has caído y arrepiéntete y vuele a las primeras obras”. Lo que está diciendo es: “ustedes dejaron de hacer lo que hacían antes, por eso perdieron el primer amor, vuelvan a esos hábitos, a esas cosas que los mantenía ligados a mí.

Si estabas apartado o enfriado, hay un camino de regreso, es imperioso que hoy decidas transitarlo, antes de que sea muy tarde. Si te esfuerzas en volverte a Dios él se volverá ti y tu vida volverá a sonreír.