ESPIRITU DE TEMOR


 

Todos tenemos distintos temores. Temor a la muerte, a la soledad, a la enfermedad, a perder el trabajo, al rechazo, a perder personas queridas, a emprender y fracasar, etc. El temor, hasta cierto punto,  es normal y natural. Sin embargo hay un temor enfermizo. El temor natural es que le previene a usted de sufrir por acciones imprudentes, como por ejemplo: Cruzar una calle sin mirar hacia ambos lados, o entregar un dinero sin recibir a cambio un recibo. Ese temor es lógico y le previene de grandes dolores de cabeza. Sin embargo hay un temor enfermizo, diabólico y es aquel que hace que usted viva paralizado, detenido, afligido, sin fuerzas. La persona que esta atormentada por esta clase de espíritu de temor, vive paranoica, le cuesta salir a la calle, relacionase, emprender con entusiasmo, incluso hasta realizar cosas cotidianas como dormir, comer,  trabajar, porque piensa que detrás de aquello, algo malo puede llegarle a pasar. El temor paraliza la voluntad y el cuerpo y frena toda posibilidad de un porvenir de bendición.

Esto fue lo que experimento el Rey Saúl y todo el ejército de Israel frente al gigante, temor. El temor, los tuvo paralizados durante 40 días. Cuanto más pasaban los días y las horas, mas crecía el temor en ellos. Por eso debemos aprender de la actitud de David.

-Los miedos hay que enfrentarlos: Valentía no es la ausencia de temor, sino hacer lo que se teme. Enfrente sus miedos. No esquive al gigante, no mire para otro lado, usted tiene que enfrentar lo que sea en el nombre de Jesús.

-No se demore: El ejército de Israel estuvo en la indecisión 40 días y cada día que pasaba era una pesadilla,  más grande veían al gigante. David lo enfrento ese mismo día. Quizá si hubiese postergado su decisión, si hubiese dado lugar a la razón y la duda no lo hubiera hecho, pero el actuó con velocidad. No deje problemas para más adelante, actúe con velocidad y decisión.

-El se enfoco en la recompensa: El sabía que había un importante premio para quien venciera. Siempre que este luchando, mire hacia adelante, piense en la recompensa, en todo lo bueno que vendrá a su vida detrás del esfuerzo!

Haciendo esto usted vencerá sus miedos y temores y alcanzara la victoria sobre su adversidad. Adelante!


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