DETRÁS DE LOS MUROS

 



La victoria sobre Jericó no consistía solamente en derribar los muros sino en conquistar lo que había detrás de ellos. La campaña de Jericó es para conquistar todo lo que hay detrás de esos muros que le impidieron conquistar.

Hay dos muros que debemos derribar: Duda  y temor. Son los dos muros que debemos derribar para conquistar.

 La duda que le lleva a pensar… “será que lo podre lograr? Como lo voy a lograr? Y si sigo igual, si nada cambia?”

Temor: El temor que le paraliza, que le hace ver el problema más grande de lo que es, que hace que usted se compare y se vea como langosta frente a sus enemigos, el temor a emprender un negocio de cero, a volver a creer en el amor, a hablar y ser rechazado.

Para acallar la voz de la duda y el temor usted debe gritar su fe: Siempre la voz de la fe, tiene que ser mayor que la voz de la desesperanza. ¿Qué grita usted? ¿Qué habla usted? ¿A qué dedica más tiempo en su dialogo interno?

Cuando Dios te entregue Jericó…suba derecho hacia adelante, no retroceda un centímetro, tome todo, conquiste todo, de hoy en adelante no retroceda un centímetro en la fe, la orden es suba, avance, conquiste!

Consagre a Dios lo mejor de su conquista: el oro y la plata es de Dios.

Maldiga los muros: determine en fe que nada ni nadie volverá a levantar impedimento contra su vida

 


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