Los dolores del alma atentan directamente contra tu conquista. Tienes la capacidad, tienes el llamado de Dios, tienes la tierra de la provisión por delante, estas  cerca de cumplir tus objetivos y sin embargo algo te impide avanzar y establecer tus pies en la promesa, en el sueño que siempre visualizaste y ese algo tiene que ver con el corazón, con tus sentimientos negativos. Son ellos los causantes de que, a metros de tu victoria, te estanques y no concretes tus sueños. Cuarenta años camino Israel por un sueño, por una promesa, cuarenta años enfrentando el desierto, los peligros, las inclemencias, los enemigos; cuarenta años sostenidos solo por la presencia de Dios y poniendo la mirada en la promesa. Por fin habían llegado, frente a ellos la tierra que Dios había jurado a Abraham y su descendencia que habrían de poseer para siempre. Una tierra en la que fluye leche y miel. Lo único que debían hacer era cruzar el Jordán y tomar posesión. Pero allí, a las puertas de la promesa, se pre

  Detrás de la muralla de Jericó esta la tierra y la promesa que tanto hemos deseado.   Dios derribara los muros para que nosotros tomemos posesión de nuestra herencia. Ese era el objetivo de Josué e Israel, la tierra que estaba por delante.   El muro era el impedimento, lo deseado era la tierra prometida. Esta campaña no solo es para derribar impedimentos y muros altos, sino, y sobre todo, para entrar a tomar posesión de una vida mejor. Es el deseo de Dios que nos establezcamos y afirmemos en una vida de victoria. Cuando Jesús limpiaba a un leproso la lepra no volvía, cuando curaba a un ciego no volvía a la oscuridad al mes siguiente, la obra de Cristo es total, completa, perfecta, el no deja nada por la mitad! Los muros de Jericó no volvieron a ser reedificados jamás! Y esto es exactamente lo que Dios quiere que suceda en   tu vida, que no vuelvas al pasado a enfrentar una y otra vez el mismo problema, el mismo muro, sino que te establezcas en la tierra de tu bendición y planifique

  -Te has preguntado porque a veces los resultados no son los esperados? -Te has preguntado alguna vez, porque hay momentos en tu vida en que hasta lo sencillo se vuelve complicado y todo te cuesta más de la cuenta?, -Te has preguntado porque hay temporadas donde no tienes fuerzas siquiera para mantenerte en pie? -Sentiste alguna vez el golpe emocional que produce el dar por descontado que mereces tal o cual cosa y luego te desilusionas cuando el resultado es diferente? -Cualquiera se sentiría desconcertado ante los malos resultados, más aun, cuando das por hecho que eres merecedor de la victoria.   Esta fue la controversia que experimento Josué.   Ya estaban del otro lado del Jordán, ya estaban en la tierra prometida, ya estaba empezando a disfrutar en vivo y en directo de todo lo que Dios les había anunciado por años que les habría de dar. Habían salido victoriosos de la principal de las batallas: Jericó. Aquello representaba un envión anímico muy importante, no solo porq

  Antes de la conquista de Jericó, Josué envió dos espías quienes fueron ayudados y acogidos por una mujer, ciudadana de Jericó, de oficio prostituta, llamada Rahab. Esta ya había oído acerca del Dios de Israel y de las maravillas que había hecho en medio de su pueblo, por tanto no tenía dudas que Israel obtendría el triunfo sobre sus coterráneos. Fue detrás de ese razonamiento que decidió ponerse del lado de Dios y su pueblo, escondiendo a los espías y ayudándoles a escapar. Pero antes de ello hizo una alianza con los hombres de Dios diciéndoles “yo me pongo del lado de Dios y de ustedes y les he ayudado a que los planes de Israel se cumplan, por tanto les pido que cuando Dios les entregue Jericó en sus manos no se olviden de mi y libren mi vida y la de mi familia”. Así ocurrió; cuando Jericó fue destruida, Dios y Josué se acordaron de esta mujer y de su alianza. Todos los muros cayeron menos donde estaba la Casa de Rahab, todos fueron aniquilados menos Rahab y su familia. Ella cump

  Dios podía derribar los muros de Jericó en un solo día, en un instante, para el nada es imposible. Entonces porque el pueblo de Israel tuvo que esperar siete días? Es indudable que en este proceso Dios trataría con su pueblo para llevarlos a un nuevo nivel de fe y obediencia y así hacerlos parte en la elaboración de aquel milagro. A menudo Dios se vale de procesos para tratar con nuestras vidas. El podría darnos aquello que anhelamos en esta misma hora, el podría derribar los muros en un instante, sin embargo la aparente demora tiene un motivo y es agregarle valor a nuestra vida! Dios ya sabía que el muro iba a caer, eso estaba decretado. Pero en el proceso de los siete días Dios iba a tratar con su pueblo Cuando Dios nos mete en un proceso es para… Que aprendamos a depender de él: Cuando se nos terminan los recursos, las ideas, las ayudas, las fuerzas naturales, no queda otra opción que confiar ciegamente en Dios y dejar que el actúe. Muchas veces Dios permite que se agoten nues

  Si hay algo que nos enseña de forma contundente la historia del derrumbe de los muros de Jericó es que nunca hay que darse por vencido antes de luchar. Aunque lo que ves por delante te cause pavor, aunque la realidad que hoy estas enfrentando se más dura que los muros que rodeaban Jericó, no te des por vencido, porque Aquel que esta de tu lado es más grande que tu problema. El maligno quiere que te enfoques en lo grande del problema, en lo alta de la muralla para convertir a cenizas tu fe. El problema no es el muro, sino como ves el muro! Puede que lo veas como un límite imposible de cruzar, un problema imposible de derribar o un desafío de fe para que Dios se glorifique. Satanás levanta murallas muy altas para amedrentarnos con el tamaño. El quiere apagar tu fe, que entres en desesperación, en duda, en crisis. El quiere sembrar el pensamiento que tu problema no tiene solución, que es imposible superar semejante dificultad. Pero a lo grande de tu muralla cuéntale lo grande que es t

  Jericó estaba cerrada, muy cerrada por causa de los hijos de Dios.   Sabe porque el diablo levanta muros muy altos y cierra con fuerza las puertas? Porque él sabe que Dios te ha entregado Jericó. Jericó representa tu sueño, tu anhelo, la promesa de Dios, tu victoria, Dios ha determinado bendecirte, pero el opositor a los planes de Dios que se llama Diablo no va a querer resignar nada. Es por eso que todos los sueños grandes tienen murallas grandes! Sin oposición no hay bendición. Si grande es la muralla, si grande es la oposición, es porque grande será tu bendición! Viene el “de repente de Dios” Seis días marcharon sin ver nada, pero al séptimo día, de repente las murallas se desplomaron. Hoy estas afuera, hoy aun estas esperando, hoy estas en silencio, hoy todavía no ves nada pero de repente se va a manifestar la gloria de Jehová y tus muros caerán, Dios se va a encargar de derribarlos. Aunque por años, o meses no hayas visto progreso en tus sueños, viene el gran golpe de Dios

  La victoria sobre Jericó no consistía solamente en derribar los muros sino en conquistar lo que había detrás de ellos. La campaña de Jericó es para conquistar todo lo que hay detrás de esos muros de imposibilidad. Hay dos muros que debemos derribar: Duda   y temor. Son los dos muros que debemos derribar para conquistar.   La duda que le lleva a pensar… “será que lo podre lograr? Como lo voy a lograr? Y si sigo igual, si nada cambia?” Temor: El temor que le paraliza, que le hace ver el problema más grande de lo que es, que hace que usted se compare y se vea como langosta frente a sus enemigos, el temor a emprender un negocio de cero, a volver a creer en el amor, a hablar y ser rechazado. Para acallar la voz de la duda y el temor usted debe gritar su fe: Siempre la voz de la fe, tiene que ser mayor que la voz de la desesperanza. ¿Qué grita usted? ¿Qué habla usted? ¿A qué dedica más tiempo en su dialogo interno? Cuando Dios te entregue Jericó…suba derecho hacia adelante, no re

  Estando Josué cerca de Jericó se aparto del Pueblo, de la gente del ruido, para buscar el rostro de Dios y meditar sobre el gran desafío que tenía por delante. A lo lejos divisa a un varón que estaba delante de él con una espada desenvainada en su mano. Josué duda sobre quien seria este personaje y va hacia él y le pregunta “¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?” grande fue su sorpresa ante la respuesta de aquel Ser,   quien le contesto que era el Príncipe del ejercito de Jehová. Josué tuvo un encuentro con el Señor Jesús. Entendiendo que estaba frente a semejante autoridad espiritual celestial, inmediatamente se postra, adora y se dispone a escuchar la voz de Dios. El Señor le indico que lo que debía hacer en ese momento era quitarse el calzado porque el lugar que estaba pisando era santo. Y así lo hizo. Fue un encuentro que marco la vida de Josué y lo determino para la conquista. Con semejante revelación ya no podía quedar duda alguna que la victoria estaba garantizada! A

  Josué fue un conquistador, que entro y poseyó la tierra prometida, que   le entrego herencia a toda su familia porque él se preparo desde muy pequeño, se dispuso, estando al lado de Moisés y siendo fiel servidor de Moisés y de Dios. Muchas personas no conquistan, no alcanzan una vida victoriosa porque no están dispuestas a pagar el precio, ellas creen que victoria es un suceso, un golpe de suerte, algo que les tiene que venir de arriba porque ellas son buenas o simplemente se lo merecen, pero la realidad es que solo conquista aquel que está dispuesto a pagar el precio y se alinea a la voluntad de Dios. Moisés había muerto, ahora Josué debía ponerse al frente y liderar la victoria, la conquista. Dios hablo con el y le dio esta instrucción: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes porque Jehová tu Dios estará contigo donde quiera que vayas”. Eran más que palabras de aliento, era el resumen de una estrategia donde Dios le traspaso cinco condiciones que

  La voluntad de Dios es entregarnos Jericó, su rey y   todo lo que hay adentro. Jericó representa nuestra mayor conquista, nuestros sueños y anhelos, las promesas de Dios a cumplirse, representa conquista, tomar, poseer,   poner el pie dentro de la tierra prometida. Ahora bien Josué capitulo 6 verso 1 dice que Jericó estaba bien cerrada por causa de los hijos de Dios. Satanás, “el rey de Jericó”, sabe que vos, yo y esta iglesia tenemos una promesa, una palabra y el no quiere soltar nada, no quiere entregar nada. Por eso se nos levantan muros, por eso muchas veces tenemos por delante puertas muy cerradas, y tanta oposición porque Satanás no quiere nuestro avance, pero nuestra victoria ya ha sido asegurada: “Mira, yo he entregado en tu mano Jericó y a su rey con sus varones de guerra”   Así que le guste al Diablo o no le guste, vamos a poseer lo que Dios nos prometió! Quiero hablarles de la estrategia, de la formación militar, de como Dios dijo que tenían que hacer para conquistar J