EL PROCESO (CAMPAÑA DE JERICO)

 


Dios podía derribar los muros de Jericó en un solo día, en un instante, para el nada es imposible. Entonces porque el pueblo de Israel tuvo que esperar siete días? Es indudable que en este proceso Dios trataría con su pueblo para llevarlos a un nuevo nivel de fe y obediencia y así hacerlos parte en la elaboración de aquel milagro. A menudo Dios se vale de procesos para tratar con nuestras vidas. El podría darnos aquello que anhelamos en esta misma hora, el podría derribar los muros en un instante, sin embargo la aparente demora tiene un motivo y es agregarle valor a nuestra vida! Dios ya sabía que el muro iba a caer, eso estaba decretado. Pero en el proceso de los siete días Dios iba a tratar con su pueblo

Cuando Dios nos mete en un proceso es para…

Que aprendamos a depender de él: Cuando se nos terminan los recursos, las ideas, las ayudas, las fuerzas naturales, no queda otra opción que confiar ciegamente en Dios y dejar que el actúe. Muchas veces Dios permite que se agoten nuestras fuerzas, se nos acaben los “salvavidas” para que aprendamos a depender solo de Él. Es allí donde comprobamos que grande es Dios y que limitadas son nuestras fuerzas. Si usted ya probó con todo, si usted lo intento todo, si usted ya puso su esperanza en personas, tratamientos y promesas y nada a dado resultado, es momento de que canalice toda su confianza en el Señor Jesús.

Que aprendamos a obedecer: Sin obediencia no hay victoria, ni bendición. Este es un principio de Reino inalterable. Cuanto más tardemos en entender esto más largo será el proceso. Por eso un viaje de 40 días demoro 40 años dando vueltas en el desierto, porque Israel se demoro en obedecer a Dios y poner en práctica sus mandamientos. Si usted quiere ver resultados en su vida, procure obedecer a Dios más allá de sus sentimientos y razonamiento y pronto saldrá victorioso del proceso.

Que aprendamos a usar nuestra fe: Sin fe es imposible agradar a Dios. Dios estableció este donde en nosotros para que lo usemos y lo hagamos crecer. La fe es el sonido que llama la atención de Dios y hace que el mueva su mano a nuestro favor. La fe verdadera se agiganta con la espera, mas la falsa fe (es decir la emoción) cuando pasa el tiempo se desvanece y se convierte en duda y angustia. Dios permite procesos en nuestra vida para que crezcamos en la fe y a través de esa fe, todo muro por grande que sea caiga por su poder.

Realice los siete días de la campaña, permanezca en el proceso y a medida que su fe se agiganta su muro ira para abajo!

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