DETRAS DE JERICO

 

Detrás de la muralla de Jericó esta la tierra y la promesa que tanto hemos deseado.  Dios derribara los muros para que nosotros tomemos posesión de nuestra herencia. Ese era el objetivo de Josué e Israel, la tierra que estaba por delante.  El muro era el impedimento, lo deseado era la tierra prometida.

Esta campaña no solo es para derribar impedimentos y muros altos, sino, y sobre todo, para entrar a tomar posesión de una vida mejor. Es el deseo de Dios que nos establezcamos y afirmemos en una vida de victoria. Cuando Jesús limpiaba a un leproso la lepra no volvía, cuando curaba a un ciego no volvía a la oscuridad al mes siguiente, la obra de Cristo es total, completa, perfecta, el no deja nada por la mitad! Los muros de Jericó no volvieron a ser reedificados jamás! Y esto es exactamente lo que Dios quiere que suceda en  tu vida, que no vuelvas al pasado a enfrentar una y otra vez el mismo problema, el mismo muro, sino que te establezcas en la tierra de tu bendición y planifiques tu futuro.

La fe derriba los muros de imposibles, la gratitud y la honra mantiene las bendiciones fluyendo. Que hubiese pasado si Josué y el pueblo no hubiesen llevado a la Casa de Dios, lo que correspondía a Dios y que era parte del trato? Los muros hubiesen caído, si,  pues Dios cumpliría su parte, pero el pueblo no hubiese podido establecerse en la tierra.  De hecho esto casi sucedió, pues un hombre principal llamado Acan no cumplió su parte del pacto de honrar a Dios y llevar a la casa de Dios el oro y la plata, sino que lo escondió en su tienda y por causa de este mal proceder el pueblo estuvo detenido, perdieron su próxima batalla que debió ser apenas un trámite,  y quedaron todos confundidos y sin poder avanzar y establecerse. Dios hablo con Josué, le indico donde estaba el problema y Josué decido hacer morir a Acan. El respaldo de Dios volvió y el pueblo de Dios finalmente se estableció en la tierra.

Sin gratitud, sin honra no hay victoria permanente. Haga morir su “Acan” y cumpla en honrar a Dios. Es esencial que usted sea fiel para con Dios, cumpla sus votos y través de la gratitud mantenga el favor de Dios sobre su vida, haciéndolo vendrán nuevas y mayores conquistas y usted podrá vivir en la tierra que fluye leche y miel sin temor de volver a enfrentar Jericó.