TRES AMORES (Campaña del Santuario en la fe de Ezequias)
Ezequias no se dejo arrastrar por la inmoralidad y la idolatría reinante de sus días, por el contrario, el realizo una profunda limpieza moral y espiritual en la nación, provocando así que el pueblo se volviera a Dios. Tengamos en cuenta que en aquellos días, no solo los habitantes de Jerusalen sino aun los propios sacerdotes y Levitas, los encargados de las cosas santas, habían olvidado la ley de Dios. La primer decisión de gobierno de Ezequias fue abrir las puertas del Templo. El convoco a volverse a Dios, a la ley de Dios y a cuidar y amar la Casa de Dios. Otra fue la historia a partir de aquella determinación. Atrás quedaron los días de esclavitud, sometimiento, pobreza y confusión y Jehova, Dios de Israel, volvió a manifestarse con poder en medio de ellos.
En nuestros, días también es menester, volver a este primer amor a fin de que la gloria de Dios se manifieste. Muchas personas viven en indiferencia espiritual, sin medir el peligro que aquello implica para ellos y para sus futuras generaciones. Incluso muchos de los que sirven a Dios, lo hacen con apatía, como quien cumple una responsabilidad, pero sin poner el corazón. Los resultados también son visibles en nuestros días: Hogares destruidos, iglesias, raquíticas, y derrota en vez de victoria es la constante en muchas vidas. ¿que hacer frente a esta situación? Vivir la fe de Ezequias! Hay que volverse a Dios, a la ley de Dios y a la casa de Dios. Sin estos tres amores no hay restauración posible, no hay gloria. Quien vive lejos de Dios, de su ley y de su casa no puede esperar otra cosa que no sea derrota. En cambio quien pone a Dios, su Palabra y su Casa en el centro de su corazón solo cosechara victorias!
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