EL ÁNGEL DEL LIBRAMIENTO

 



"Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella; ni vendrá delante de ella con escudo, ni levantará contra ella baluarte. Por el mismo camino que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad, dice Jehová. Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo. Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos."  2 Reyes 19: 32-35


Cuando el Rey Ezequias leyó las cartas de afrenta y amenazas que Senaquerib, rey de Asiria le había enviado por medio de sus mensajeros, supo que su fin estaba cerca. No había manera alguna de enfrentar al poderoso ejercito de Asiria, compuesto por miles y miles de guerreros armados y feroces. Jerusalen estaba sitiada y las horas para un desenlace fatal contadas. Su única esperanza era Jehova el Dios de Israel, solo el podría librarle. Fue entonces que se dirigió a la casa de Jehova, al altar de la Oración, junto al profeta Isaias para clamar a Dios y pedir su pronto socorro. Abrió en el altar todas las cartas de afrenta de sus enemigos y clamo pidiendo a Dios su intervención. Entonces vino palabra de Jehova diciendo: "El Rey de Asiria no entrara en esta ciudad, y por el mismo camino que vino tendrá que volver..." Aquella noche Dios envió un ángel el cual mato a 185.000 soldados asirios. Al día siguiente cuando despertaron vieron el campamento lleno de muertos y Senaquerib y sus oficiales huyeron despavoridos. El mal que Senaquerib había planeado contra los hijos de Dios se le volvió en contra, porque en Ninive sus propios hijos lo mataron a filo de espada.

La Escritura Sagrada declara "El Ángel de Jehova acampa alrededor de aquellos que le temen y los defiende" (Salmos 34:7). Dios quiere pelear por su causa, porque quien se levanta contra un hijo de Dios, contra Dios mismo lo hace. Si usted se encuentra en una situación limite, donde aparentemente no hay salida y sus fuerzas son escasas para hacer frente a tanta adversidad que viene en su contra, si usted se siente rodeado de problemas y no encuentra una vía de escape, levante su mirada al cielo, porque su socorro viene de Jehova que hizo los cielos y la tierra. Haga como Ezequias, busque a Dios en su santo templo, únase a un pastor, a un hombre de Fe y clame al Dios vivo y usted sera librado!

Basto un ángel para hacer retroceder al poderoso ejercito asirio. Dios activara el ángel del libramiento en su favor y lo que le estuvo preocupando por meses en una sola noche sera disipado. Así como aquel ángel fue invisible para los enemigos de Israel, quizá usted no vea la figura de un ser celestial pero si notara su obra porque el peleara por usted!

Busque a Dios en su templo, presente su causa delante de Jehova y el Ángel del libramiento le dará la victoria.










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