OJO SANO

 

“La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas” Lucas 11:34

 

La Sagrada Escritura declara que el ojo es la lámpara del cuerpo, si el ojo está sano todo el cuerpo lo estará también. Lo bueno y lo malo entra por los ojos. Hay quienes tienen ojos para las cosas negativas, para la codicia, la lujuria, para la envidia, para planificar el mal y como consecuencia su cuerpo se llena de tinieblas y aparecen todo tipo de enfermedades.

Pero cuando el ojo es bueno, es decir, se usa la vista para el bien, para ver el lado bueno de la vida, de las personas, para enfocarse en cosas edificantes, el cuerpo se llena de luz y por consiguiente de Salud.

Usted dirá: “Pero yo no puedo evitar ver todo lo que me rodea” Es verdad! Pero usted puede decidir sobre que hacer foco, y sobre qué cosas no!. Su ojo es como el lente de una cámara, va a captar aquello hacia lo cual apunta.

Ponga su vista en las cosas de Dios, ponga su vista en la palabra de Dios, en sus promesas. Cuando Dios quiso bendecir a Abraham lo saco de su tienda en una noche despejada y lo hizo MIRAR al cielo y contar las estrellas, prometiéndole que así de innumerable seria su descendencia. Abraham miro al cielo y la visión, la fe, el deseo entro por sus ojos. Usted tiene que desarrollar la visión de Abraham! Ponga su mirada en las grandezas y las promesas de Dios.

Dios no solo quiere restaurar su vista física, como lo hizo con tantos ciegos en la antigüedad, sino que también quiere restaurar su vista espiritual, para que usted pueda “VER  CON CLARIDAD”, porque hay quienes teniendo ojos no ven!. Dios quiere darle vista espiritual para que usted tome buenas decisiones, para que usted se aleje de las personas que le hacen mal, para que usted vea donde está el daño, el error, Dios quiere darle la vista para que usted, elija bien, vaya por el camino correcto y vea el futuro que El tiene para usted!

Quizá hasta hoy sus ojos estaban vendados, tapados, oscurecidos, cansados, mas de hoy en adelante usted verá claramente y de lejos como el ciego de Betsaida.