LOS DOS DESTINOS


 San Lucas 16:19-31

La parábola del rico y Lázaro pone de manifiesto la enseñanza de Jesús en cuanto al destino eterno de quienes parten de esta tierra.

La historia se centra en un rico y un pobre. El rico hacia banquetes y fiestas y vivía lejos de la voluntad de Dios e insensible a las necesidades de su prójimo, ya que Lázaro, el mendigo, estaba siempre echado a la puerta esperando recibir algo y se alimentaba de las migajas que caían de la mesa. Lázaro, a pesar de sus desgracias e infortunios no había perdido la fe, ni renegado del Dios de Israel.

Llego el día en que ambos murieron y partieron a la eternidad. Indudablemente la muerte empareja a todos, ricos y pobres, pequeños y grandes. Todos venimos del polvo y al polvo vamos a retornar. El cuerpo que es nuestro estuche terrenal muere y se descompone, pero el espíritu que es el soplo de vida que Dios puso dentro de nosotros sigue viviendo. Esto queda claramente afirmado en esta enseñanza de Jesús. Hay vida detrás de esta vida terrenal y hay dos destinos posibles: Reino de Dios o el Reino de la Muerte o infierno. Salvación o perdición!

Cuando Lázaro murió, su espíritu fue acompañado por ángeles al “Seno de Abraham”, donde recibió el consuelo y la paz. En cambio cuando el rico murió descendió al sepulcro a un lugar de tormento. El rico no fue a condenación por ser rico, ni el pobre recibió el premio de la salvación por ser pobre, sino que cada uno recibió la paga de sus obras, El rico evidentemente era egoísta, avaro, insensible y desconsiderado tanto con la ley de Dios como con el prójimo, en tanto que el pobre, a pesar de su desventura, nunca perdió su fe en Dios, ni renegó de Él.

Mientras Lázaro ahora estaba siendo consolado en el Paraíso, el rico estaba atormentado con las llamas, la sed, las privaciones, y sobre todo con la idea de que aquel sufrimiento seria eterno. Tal era su angustia que pidió que Lázaro volviera para testificarle a la familia, ya que tenía cinco hermanos, acerca de la realidad de la vida después de la muerte, pero la petición le fue denegada, ya que es imposible que los muertos regresen al plano terrenal. “A Moisés y a los profetas tienen a ellos escuchen”, fue la respuesta.  En otras palabras los que caminan en esta Tierra deben prestar atención a la Palabra de Dios y aceptar el mensaje, ya que una vez que se cierran los ojos, no hay más chance de elección.

Querido amigo, donde va a pasar la eternidad? Ya decidió su destino eterno?

Aquellos que conocemos la realidad espiritual detrás de la muerte no dejemos de testificar a nuestra familia, salvemos a cuantos podamos de la condenación eterna.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Y ANTES QUE LA LAMPARA FUESE APAGADA

LOS 10 PRINCIPALES CONSEJOS DE SALOMÓN PARA LOS JÓVENES

BUENAS DECISIONES