LAGRIMAS POR FE

 

Lucas 7:11-17

Toda la ciudad de Nain estaba conmocionada por el caso de esta mujer. Primero queda viuda, pierde a su compañero, a su amor y su sustento y ahora en un golpe aun más duro pierde a su hijo único. Literalmente esta mujer estaba destrozada, sin fuerzas y entregada por completo al dolor. Jesús viene entrando y al verla se compadeció de ella y le dijo “No Llores!” Se acerco, toco el féretro y dijo: “Joven, a ti te digo, levántate!”  El muchacho al instante se incorporo y comenzó a hablar, y todos a glorificar a Dios por lo sucedido.

Cuando uno pasa por pérdidas, todo carece de sentido, la mente y el corazón se nublan de tantas lágrimas y no hay palabras o explicación que vengan a consolarnos.  Podemos estar rodeados de familia, vecinos y amigos pero nuestra alma se sentirá igual en soledad y en su peor desierto. Esta mujer lo había perdido todo! Lo único que tenía eran lagrimas!

Hay situaciones donde humanamente no se puede hacer mas nada, donde los problemas parecen no tener solución, donde la pérdida es irreparable, es allí donde necesitamos tener un encuentro con el Salvador. Así como Jesús apareció de “repente” a la puerta de aquella Aldea, hoy Jesús está a la puerta de tu corazón, porque conoce tu situación y quiere ayudarte y secar tus lágrimas.

Hoy Jesús te invita a cambiar tus lagrimas por Fe! “No llores” dijo el maestro; e inmediatamente hubo gran expectativa! Las lágrimas se detuvieron y tanto esta madre como todos los que estaban allí, levantaron su mirada hacia Jesús! Sus ojos vieron el milagro y ya no hubo lagrimas sino gritos de regocijo!

Llorar es humano y natural, creer es divino y sobrenatural. No llore! Crea!

La fe hará que las lagrimas de tristeza se conviertan en lagrimas de alegría!

Crea que así será! Lo que usted había perdido a través de la fe en Jesús lo va a recuperar.