HEBREOS

 


Dios es Dios de los hebreos (éxodo 3:18). Cuando hablamos de hebreos inmediatamente lo asociamos con Israel, pero “hebreo” no es ser judío, judío es una nacionalidad, hebreo es una actitud de vida. La palabra “hebreo” significa cruzador de ríos o “quien pasa del otro lado” “el que va más allá”. Antes de tener un lugar, una patria llamada Israel, ellos fueron hebreos, un pueblo sin tierra pero con promesa, un pueblo cruzador de límites, de mares y ríos, pero también cruzadores de adversidades. Entonces entendamos que cuando la Biblia dice que “Dios es el Dios de los hebreos” no está hablando solo de los israelitas sino también de todos aquellos que como vos y yo cruzamos ríos, vamos para adelante, enfrentamos adversidades y marchamos hacia cambios positivos.

 Cada vez que en la Biblia alguien cruzaba un río promocionaba, es decir pasaba a un nuevo nivel, era introducido a una promesa.

  Ahora bien, cruzar un rio no es fácil! El río representa un obstáculo,  una dificultad,  prueba,  adversidad,  transición, el dejar cosas atrás, representa tu día difícil, tu decisión difícil,  pero la Biblia dice: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo, y si por los ríos, no te anegarán…” (Isaías 43:2). Hay gente que está enfrentando muchas aguas, mucha adversidad, se te están presentando situaciones muy difíciles de resolver, de cruzar por delante, pues quiero decirte que del otro lado de esas aguas esta tu promoción, tu promesa, tu recompensa, tu herencia…cruza!, sigue adelante! Dios es el Dios de los hebreos, de los cruzadores de ríos!

 

Hubo tres momentos trascendentes en la historia del pueblo de Dios en que él los hizo cruzar las aguas para promocionarlos y llevarlos a otro nivel:

 CUANDO ABRAM CRUZA EL RIO EUFRATES:

Abraham es el primero en la Biblia en ser llamado hebreo. Josué 24:2-3 dice que Dios tomó a Abraham del otro lado del río (Éufrates), tierra de dioses extraños y lo trajo a la tierra de la promesa, del incremento y de la fe. Del otro lado del río la tierra de los Caldeos se había vuelto idólatra, pagana, diabólica, allí Dios no podría engrandecer a Abraham, el debió renunciar a todo eso, más cuando cruzó el río, él se transformó en el amigo de Dios y padre de la fe.

 

Hay gente aquí que tiene que cruzar su Éufrates, tenes que salir del pasado, de la tierra del pecado, de la tierra de las costumbres viejas, la tierra de dioses ajenos, de las cosas que ocupan el lugar que Dios debería ocupar en tu corazón. Solta la vieja mentalidad, solta la idolatría a lo que sea y Dios te va a dar una promesa, bendiciones innumerables y engrandeceré tu nombre y tu familia y te convertirás en amigo de Dios!

CUANDO ISRAEL CRUZA EL MAR ROJO:

Cuando Israel cruzó el Mar Rojo dejo para siempre la dependencia y la esclavitud de Egipto y nunca más le volvió a ver la cara al faraón. Cruzar el Mar Rojo fue la promoción hacia su libertad. De un lado del Mar Rojo estaba la tristeza, la opresión, el llanto y del otro el gozo y la alegría. Dice que cuando ellos cruzaron, danzaron y cantaron y alabaron a Jehová. Durante cuatrocientos años estuvieron en Egipto escuchando cosas como estas: Son unas langostas; ustedes no son más que esclavos, mano de obra barata; no sirven para nada; son inferiores, nacieron para esclavos. 400 años sin poder desarrollar sus capacidades, sus sueños, su potencial. Pero cuando cruzaron se cortó la esclavitud y se activó lo sobrenatural en ellos.

 

Tenes que cruzar tu Mar Rojo y dejar atrás la mente de esclavo, de miseria, de pobreza, de langosta, de pequeñez, de no puedo, no tengo, de resignación. Vas a cruzar tu mar, vas a celebrar de alegría y del otro lado vas a ver la provisión sobrenatural de Dios! Comerás del mana y las codornices, tendrás agua pura de la roca, y el Señor será tu sombra de día y tu calor por las noches, Dios hará que tus cosas no se envejezcan ni se rompan, el te va a guiar día tras día a una tierra en que fluye leche y miel!

 

CUANDO JOSUÉ CRUZA EL JORDÁN:

Cuando Josué tomó el lugar de Moisés debió introducir al pueblo a la tierra prometida. El Jordán era el límite geográfico. Atrás estaba quedando el desierto y del otro lado la promesa, la conquista, la tierra, la posesión, la herencia definitiva. De un lado quedaba lo viejo, lo defectuoso, la queja, la rebeldía y del otro lado del Jordán llegaría el tiempo de la nueva generación de los que conquistan.

 

Alguien va a cruzar este año su Jordán! vas a dejar atrás el desierto, el tiempo de la queja, de la rebeldía, de la desobediencia, y Dios te va a introducir a la tierra que te prometió. Se termina el tiempo de dar vueltas, de envejecer sin ver resultados, sin conquistar nada porque detrás de ese Jordán que hoy estás enfrentando esta tu conquista, tu herencia, tu posesión. Llegarás, la tomaras, la disfrutaras y la traspasaras como herencia a tus hijos y generaciones!

 

Solo anímate a ser “hebreo” cruzador de ríos, acepta el desafío, no te estanques del otro lado del Éufrates, o del Jordán, enfrenta el reto, los cambios, se fuerte en el día de la prueba. Te aseguro que no morirás en el intento y Dios te promocionará y te pondra bien en alto!

 

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