TERCER DIA

 



Esta es una palabra para los que dicen, yo ya no puedo esperar más, todo el 2020 fue un gran paréntesis y se está yendo este año también y yo aun no veo mi bendición. Es una palabra para  aquellos que dicen será que algún día me va a tocar a mi celebrar, ser feliz, tener éxito en algo, poder disfrutar, abrazar mis sueños?...es una palabra para aquellos que dicen “sabe pastor, yo trato de mantenerme en pie, de confiar, de no perder la fe, de no rendirme, de no flaquear, pero hay momentos donde ya no puedo más, ya no sé de dónde sacar fuerzas, no quiero fallarle a Dios, ni a mi familia, pero ya no tengo resto”

Esta historia que les voy a contar es una historia de tres días, que metafóricamente representa la historia de nuestras vidas. Nuestra vida siempre se va a dividir en tres días, tres temporadas.  El momento de la crisis, del dolor, el momento donde no pasa nada, no ves un cambio, una salida, una respuesta y hay una batalla oculta y el tercer día, el momento de la liberación, de tu victoria. Jesús muere un viernes; ese es el día de la crisis, donde parece que el mal triunfa, donde todos se van de tu lado, donde todo parece confabularse en tu contra.  Luego llega el sábado y no pasa nada. Nadie celebra el sábado en Semana Santa, hasta parece un día perdido en la historia de la redención. Nadie sabe bien que paso el segundo día, es día de espera, aunque Jesús estuvo librando una batalla oculta. Y el domingo es el día en el cual Jesús resucita.  Si no estuviera el sábado en el medio, diríamos, no hubiese cambiado nada. El podía haber resucitado el sábado, pero no! es una historia de tres días. Todos vivimos un relato de tres días!...esta historia pasa en tres días:

Israel sale a la batalla contra los filisteos, las cosas no van bien, por alguna extraña razón, el pueblo de Dios, que estaba acostumbrado solo a victorias, ahora está siendo derrotado. A alguien se le ocurre llevar el arca de la Alianza al campo de batalla, pensando así que Dios se haría presente allí para darles la victoria. El arca del Pacto era una caja sagrada que contenía, elementos sagrados. Tipificaba la presencia de Dios, pero no es que Dios vivía ahí adentro. Israel pensó que ellos podían manipular a Dios, llevando la caja a la batalla. Muchas personas siguen pensando así acerca de Dios. Vienen el domingo a la iglesia, porque Dios está en la caja de mampostería llamada iglesia y dicen: “Voy a buscar a Dios” La iglesia es como una “jaulita” donde Dios vive, entonces le venimos a visitar, a cantarle, a hacerle compañía y después nos volvemos a nuestras vidas hasta el próximo domingo en que volvemos a ponernos en “Modo espiritual”. Otros que creen que Dios está encerrado en la Biblia, entonces la usan como amuleto, incluso como elemento correctivo para aplicársela a alguien por la cabeza, y ni que hablar de aquellos que lo tienen encerrado en una estampa, en una estatua, en un dije…Dios no es eso! Dios no vive ahí!. La presencia de Dios se lleva en el corazón, somos el templo del Espíritu Santo!. Cuando se pierde la presencia de Dios no hay nada que la pueda suplantar. Cuando se tiene la presencia de Dios, no hace falta más nada para ayudarla, la sola presencia es garantía de victoria!

Llevaron el arca a la batalla pero no funciono, porque la fe estaba puesta en la caja pero no en el Dios de la caja. Israel fue derrotado y el arca capturada por los filisteos. La noticia llega rápidamente y el sacerdote Eli cae de espalda, se desnuca y muere. Su nuera, que estaba embarazada,  oyendo y viendo todas las desgracias, tiene dolores de parto y la criatura prematura muere, pero antes le pone nombre, le llama: Icabod, que significa “sin gloria”.  En un solo día, la peor de las pesadillas, en un solo día lo perdieron todo! Era sin lugar a dudas, la peor temporada en la historia de Israel.

Los filisteos ponen el arca como botín de guerra en el templo de su dios, Dagon, y luego se juntan a comer, beber y celebrar. Al día siguiente, cuando entran en el templo de su dios, lo hayan caído delante del arca, como si estuviese postrado delante de ella. Piensan que es un mero infortunio, así que lo paran, lo apuntalan bien y vuelven a su celebración. Al tercer día, al entrar nuevamente al templo, hallan a Dagon otra vez caído pero esta vez con las manos y la cabeza cortada. Junto con este acontecimiento sobrenatural le sobrevienen tumores a todos los filisteos. Viendo la mano del Dios de Israel en aquel asunto y temiendo, deciden devolver el Arca.

Tengo una buena noticia! Dios le va a cortar la cabeza a tu problema, Dios va a avergonzar a tus enemigos y recuperaras todo lo perdido!

Eso es lo que estaba sucediendo en el campamento filisteo, pero que pasaba mientras tanto en Israel? Ellos tienen que esperar tres días sin saber nada, sin sentir nada, con una gran aflicción y amargura de espíritu. Fueron tres días, donde la espera se hizo interminable.

Les hablo a los que dicen “Pastor, mi espera se hace interminable. N siquiera sé si algún día mi problema va a acabar…”

Les hablo a los que buscan un trabajo y no lo encuentran, los que esperan su media naranja y no llega, a los que esperan un milagro, un bebe, el tener éxito en algo, hablo de la espera de ese joven de ver un día a sus padres reconciliados, la espera de un conyugue que ama y sigue apostando a que el otro cambie o vuelva, la espera del que quiere dejar de estar endeudado, la espera del que anhela su casa propia… Es la espera de los 3 días que a veces se convierte en años!.  La espera de justicia, de reivindicación porque ya a esta altura no importa el resarcimiento económico sino solo la verdad. A todos los que se encuentran esperando quiero decirles: Viene tu tercer día, tu día de liberación, tu día de victoria!, tu domingo de resurrección, el día en que por fin la piedra será removida, el arca te será devuelta, el día en que tus lagrimas serán de alegría!

 

NUESTRA VIDA SE ESCRIBE EN TRES DÍAS…

PRIMER DÍA: Es la temporada Icabod, donde todo está mal, es el día de la crisis. Es la temporada de tu vida donde te falta, hay perdidas, dices no puedo, el día en el que te arrancaron la gloria!

SEGUNDO DÍA: Es la temporada en que no ves nada, donde todo parece suspendido en el tiempo, es cuando dices “todo está igual” estoy aguantando. Es el momento donde sientes que no pasa nada, donde oras y tiene que esperar, siembras  y tiene que esperar la cosecha, es la temporada donde te traiciona la impaciencia y dices me canse de esperar, voy a hacerlo a mi manera. Pero también es el día en el que, aunque tú no veas nada, Dios está trabajando, es el día donde hay una batalla espiritual. Es día incertidumbre para ti, pero mientras en el mundo espiritual algo se está gestando en tu favor.

TERCER DÍA: Es el tiempo donde Dios le corta la cabeza a tu problema, es donde Dios toma el control y se glorifica. Es el día donde tus enemigos son avergonzados y lo que era tuyo vuelve a tu mano.  Está llegando tu tercer día! El tercer día es el de la liberación y la manifestación de Dios!!.

Ya pasaste por la crisis, por tu Icabod, ya pasaste por la espera y la incertidumbre, ahora si o si viene tu tercer día, el de tu victoria!


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