QUITEN LA PIEDRA

 

Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.” (San Juan 11:39)

Cuando Jesús llego frente a la tumba de Lázaro con la intención de resucitarle dijo: "Quiten la piedra". Se estaba refiriendo a la roca que era utilizada antiguamente para sellar la entrada del lugar de la sepultura. Claro que el podía hacerlo, pero les pidió a quienes estaban allí que lo hicieran, dejando así una clara enseñanza para todos nosotros.

En primer lugar debemos entender que hay cosas que Dios las puede hacer solo, sin nuestra intervención, pero que no las hará, para que nosotros hagamos nuestra parte y seamos parte del proceso. Dios va a hacer lo imposible, pero todo lo posible lo debemos hacer nosotros. Correr la piedra representa involucrarnos, no solo ser espectadores, correr la piedra es fe, es hacer preparativos para lo que vendrá. Correr la piedra es vencer la duda, es creer que el puede hacerlo, es confianza en medio de una situación desesperante. Es quitar del camino todos los obstáculos que me impiden ver la gloria de Dios. Cuando quitamos la piedra lo que estaba muerto cobra vida, lo que estaba perdido se recupera, lo que tenia mal olor se cura.

Cuando uno corre ciertas piedras hay cosas que quedan al descubierto, que dan mal olor. Es necesario que Cristo intervenga en las áreas oscuras de nuestras vidas para traer sanidad. 

Sea cual sea su piedra, remuevala y Dios se va a glorificar!