PORQUE ME PASA ESTO A MI? (EN LA FE DE GEDEON)

 


Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas.” (Jueces 6:13)

Al pasar por crisis todos nos habremos hecho la misma pregunta que Gedeón: “¿Por qué me pasa todo esto? Lo primero que se nos cruza por la cabeza es responsabilizar a Dios, creemos que el nos ha desamparado. Cuando vemos de cerca la condición de Israel en días de Gedeón encontramos las causas o los porque de aquella vida de derrota.

Por tres motivos Gedeón e Israel estuvieron viviendo durante 7 años de forma miserable y derrotada, empobrecidos y humillados, impotentes y frustrados…

 

Primero: Porque no exterminaron a los cananeos.

Josué conquista Canaán, la tierra prometida, pero no termina de establecer la conquista, pues algunas tribus de Israel no cumplieron la consigna dada por el Señor de exterminar a los cananeos y estos con el tiempo se levantaron, se hicieron fuertes y se convirtieron en un dolor de cabeza para Israel, ya sea porque el pueblo de Dios imitaba sus costumbres, o bien, como en el caso de la historia de Gedeón, porque los enemigos se convertían en sus saqueadores y verdugos. Esto ejemplifica a las personas que no se convierten de todo corazón sino que deciden convivir con cosas de su pasado, de su vieja vida. Representa a las personas que quieren la salvación, las conquistas, pero no están dispuestas a hacer morir la vieja vida, las obras de la carne. Conquistan algunas bendiciones, pero al no tener un compromiso firme con el bendecidor, pronto vuelven a retroceder y a perder esas bendiciones que conquistaron. Toda la época de los jueces en Israel, nos muestra esta triste realidad, es decir, un pueblo por momentos bendecido y por otro derrotado, por no establecer la conquista y el cambio de forma contundente y definitiva. Todo lo negativo que usted deje con vida, tarde o temprano se volverá en su contra, por eso David corrió contra el filisteo Goliat que ya estaba en el suelo derrotado y le cortó la cabeza, fue para que no se levantara mas. Cuando Saúl salió a la batalla contra los amalecitas, la orden de Dios había sido exterminar a Amalec para que no volviera a levantarse más, sin embargo Saúl perdono la vida a su rey, a su ganado a parte del pueblo y esto le valió su caída. Usted que anhela conquistar una vida mejor, no perdone nada de su pasado, córtele la cabeza a todo lo que represente su vieja vida y establezca así su victoria firme.

 

Segundo: Hicieron lo malo ante los ojos de Dios.

Los Israelitas se olvidaron del libramiento y de todo lo que Jehová Dios había hecho por ellos en el pasado. Ahora estaban adorando a los Baales y comportándose como paganos. En consecuencia, Dios retiro su protección y ayuda y cayeron en manos de los enemigos. El sufrimiento fue extremo y notorio. Israel vivía en cuevas y cavernas y apenas si tenían para la subsistencia diaria. Es esta la clase de vida que Dios quiere para sus hijos? Claro que no! Era este un castigo o “maldición” de parte de Dios, No! Era la consecuencia de haber abandonado a Dios. Esto muestra a las claras que la calidad de vida de una persona depende de su relación con Dios. Cuando su relación con Dios es buena, saludable, su vida también lo será. No alcanza con cumplir con algunos preceptos religiosos, es necesario vivir una vida de obediencia a la Palabra de Dios. Concurrir a una iglesia cualquiera lo hace, leer una biblia o escuchar música cristiana, también, lo que no todos hacen es obedecer ciegamente a Dios depositando en él una fe incondicional. Dios nos ha dado libre albedrío para escoger entre lo bueno y lo malo, de nuestra elección depende nuestra cosecha. No podemos culpar a Dios por nuestra cosecha. Lo que si podemos hacer es clamar por misericordia y liberación y si lo hacemos de corazón como ocurrió en los días de Gedeón, Dios mandara el socorro. Si tu derrota entro por la desobediencia, tu victoria entrara por la obediencia!

 

Tercero: Porque su estima estaba dañada.

Las crisis destruyen tu estima. El enemigo destruye tu estima. Lo primero que hace Dios  cuando nos acercamos a él es restaurar nuestra estima. Todos nos vemos de una determinada manera y como me vea o me sienta será la imagen que voy a proyectar. Si me veo incapaz esa es la imagen que proyectare en el trabajo, en la familia y en todo lugar y “como te ven te tratan y se te ven mal te maltratan!”. Gedeón estaba lleno de complejos de inferioridad porque su estima estaba dañada.

¿Quien dijo que para triunfar tienes que provenir de una gran familia, tener apellido, dinero,  un cuerpo perfecto? No es tu condición la que determina tu triunfo sino tu mentalidad. Gedeón se sentía y se veía como un derrotado pero el Ángel le dijo “Varón esforzado y valiente”, trato con él y restauro su fe. Dios va a sanar tu estima y con un corazón y una mente nueva triunfaras!

 

 

 


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