LA CAUSA DE LA DERROTA (EN LA FE DE GEDEON)
Los siete años de miseria y opresión que estaba sufriendo Israel en los días de Gedeón tenían una causa: “Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de Madián por siete años” Jueces 6:1
Nuestro
mayor enemigo no es Satanás sino el pecado que mora en nosotros. Cuando le
damos la espalda a Dios, quedamos indefensos, débiles y expuestos a toda clase
de males. El único “blindaje” que nos protege del mal es nuestra alianza con
Dios. Los hijos de Israel fueron derrotados porque hicieron lo malo y desobedecieron a Dios. Esta situación trajo
sufrimiento. El
pecado paga muy mal. Muchas personas a nuestro alrededor sufren, no porque Dios
se haya olvidado de ellas, sino por el contrario, porque ellas se han olvidado
de Dios, viviendo de espaldas a su Palabra. Cuando una persona decide hacer su
propia voluntad, deja automáticamente a Dios de lado, ya que Dios no obliga a
nadie a hacer su voluntad. Pero no
espere tal persona que Dios controle su vida y luche sus batallas, puesto que
Dios no está en control. No se trata de un castigo o una maldición como muchos
piensan, es la consecuencia lógica de vivir sin Dios.
Detrás de los siete años de sufrimiento, y cansados ya de la situación, clamaron al Dios vivo y este les oyó y envió el socorro. Cuando estamos bien pareciera que Dios sobrara, pero benditas las circunstancias limites que nos hacen reaccionar y volvernos a Dios.
La oración desesperada atrajo la misericordia de Dios quien envió un profeta para denunciar cual había sido el pecado de Israel. Tras el reconocimiento y arrepentimiento que produjo aquella palabra Dios mando su Ángel para poner en marcha un plan de liberación. Esto mismo pasa hoy: cuando usted clama a Dios, despierta su misericordia, viene la voz de Dios para encaminarnos y detrás llega la manifestación de su presencia para darnos liberación.
Si
usted estuvo fuera de la voluntad de Dios y en consecuencia cosas malas se han
instalado en su vida, busque al Dios de Gedeón en oración y él le dará una
nueva oportunidad.
Poderosa enseñanza
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