SEA DETERMINADO

 



Para triunfar en la vida hay que ser determinados. No importa el ritmo al que se avance, lo importante es nunca retroceder. Habrá momentos de mayor adelanto, y otros en que se irá más despacio, pero siempre con la mirada en el objetivo, siendo constantes y sin claudicar. Todo llega si se sabe permanecer en la Fe!

Ahora bien, el problema de muchas personas que no avanzan no está en su incapacidad sino en sus emociones, principalmente en la duda, la vacilación, una de las emociones preferidas de Satanás. Muchas personas al ver que los resultados no llegan, al ver que no alcanzan sus objetivos, empiezan a vacilar, a dudar, a llenarse de pensamientos negativos, en ese momento dejan de mirar a Dios y su objetivo para mirar la circunstancia, el problema, la carencia. La duda trae estancamiento, sequía, perdida del primer amor, del entusiasmo. La persona que entra en duda pronto experimenta confusión, desgano, estancamiento y sus cosas comienzan a caer en ruina.

Esto fue lo que paso con Israel, el pueblo de Dios, en los días de Elías, el pueblo estaba vacilante, dubitativo, claudicando entre dos pensamientos, sin saber si debían servir a Jehová o a los Baales. Ellos veían la sequía, la carencia, el hambre, las enfermedades y se decían: ¿Por qué Dios está permitiendo todas estas cosas!? Para colmo tenían un líder, que era el rey Acab quien les decía  que lo que estaban padeciendo era por culpa del Dios de Elías y del profeta. Entonces la gente empezó a dudar y esa duda consolido aun más la sequía y todo el consiguiente mal.

Para poner fin a aquella situación era necesario salir de la duda, de la vacilación y tomar una decisión. El Monte Carmelo fue el lugar de la decisión! Elías los reunió allí para eso,  para que todo Israel tomara una decisión ¿A quién van a seguir? ¿A quién van a adorar? ¿En quién van a confiar?

El corazón de la gente estaba partido, no sabían si elegir a Dios o todo lo que Baal representaba. No fue hasta que bajo fuego del cielo de parte de Jehová que ellos salieron de su duda.  

Son muchas las dudas que se presentan en la vida de los que entran en un propósito de fe como el del Monte Carmelo: ¿Por qué estoy pasando tantas pruebas?, porque los cielos están cerrados hace tiempo? Cuando Dios se va a acordar de mi? Sera que tengo que sacrificar? Sera que Dios va a responder?  Será que voy a ver la justicia de Dios obrando a mi favor?

Seguramente muchas de estas dudas están dando vueltas por su cabeza.  Ahí está el desafío y la batalla! En su mente y emociones, si usted se deja arrastrar por las dudas y las emociones negativas nada va a ocurrir, si usted vacila a la hora de tomar decisiones nada va a obtener. Es por la fe que se conquista!

Cuando Elías subió al monte, el no tenía todas las respuestas, ni conocía por adelantado el resultado, pero el tenia una gran fe, tenía la certeza de que Dios le daría la victoria!

Permanezca en esta fe, no dude, ni vacile a la hora de actuar, aunque todo este mal, aunque todo parezca  difícil el Dios de Elías le dará la victoria!

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