MUCHO CON POCO

Esta palabra es para aquellos que últimamente vienen sufriendo golpe tras golpe, lucha tras lucha, para aquellos que sienten que el enemigo no les da tregua, no les da respiro. Es para aquellos que sienten que la vida les ha sido injusta y que de un día para otro les movió el piso robándoles los sueños, la sonrisa y el porvenir.

 

Esta mujer estaba tocando fondo. La vida la había puesto a prueba. Pierde a su marido, su compañero de vida, de aventuras, de oraciones, su sustento, el padre de sus hijos, un ejemplo, un hombre de Dios con un ministerio profético, que amaba a Dios y le servía. No termina de asimilar aquella perdida, cuando se entera que su marido le heredó deudas, problemas. La deuda era grande y la urgencia también, ella no tenía manera de pagarla, tan grande era aquella deuda que los acreedores querían llevarse a sus dos hijos como esclavos en parte de pago, no uno, los dos, y ya habían llegado a esa localidad para llevárselos!.  Ella sabe que la ley asiste a aquellos acreedores y que si no hace nada urgente para remediarlo, pronto iba quedarse sin absolutamente nada. Creo que como madre ella se habrá dicho para sus adentros: “Basta! Mis hijos son el límite, con mis hijos no!”. Fue allí cuando indignada reaccionó y se levantó para buscar una solución.

Alguien se tiene que indignar, tiene que reaccionar, tiene que levantarse de su dolor y a pesar de su dolor y decirle al enemigo, basta! Hasta acá llegaste, no estoy dispuesto a perder más nada, no estoy dispuesto a entregarte más nada, no vas a tocar a mis hijos, no vas a destruir mas mi hogar, no me vas a hundir en más tristeza, voy a pelear por lo que amo, voy a pelear por lo que Dios me dio!

Se levantó y fue a buscar al profeta, al hombre de Dios, a Eliseo. Al acudir al profeta ella estaba acudiendo a Dios. Porque fue al profeta y no a un prestamista? Porque fue a Eliseo y no a pedirle ayuda a la familia? Porque ella sabía que aunque su problema era económico no se iba a resolver con dinero! Hay problemas financieros que no los vas a arreglar metiéndote en crédito ni buscando tres trabajos, hay enfermedades que no te las va a resolver el médico, hay problemas emocionales que no te los va a resolver el psicólogo,  solo la intervención de Dios!

A quién buscas en tu crisis?, a quien corres cuando los problemas te sobrepasan? Tu no necesitas consejeros, ni gente que te sostenga la vela, ni amigos que te tengan lastima y lloren contigo, tú necesitas meterte en el secreto de Dios! La viuda no le contó su problema a cualquiera sino a Dios. Quien busca a Dios encuentra a Dios! Quien busca a Dios encuentra la solución!

 

QUE TE HARÉ YO?

Cuando esta mujer termina de expresarle al profeta toda su preocupación y tristeza recibe como respuesta: “Que te haré yo?” a simple vista podríamos suponer que la respuesta fue fría e indiferente, pero en realidad apuntaba a cambiar el enfoque y las palabras de aquella mujer. Ella había hablado de su problema, pero el profeta quería llevarla a hablar de la solución, porque el poder del hombre está en su lengua. Es por esto que en muchas ocasiones Jesús le hacía una pregunta evidente a quien se acercaba a él por una necesidad: ¿Que quieres que te haga?” y por ejemplo el ciego respondió “Que recobre la vista!” es evidente que un ciego va a querer recuperar la vista, pero para que se active el milagro es necesaria la confesión. Cuando el profeta le dice a la mujer “¿Que te haré yo?” lo que está esperando es la confesión de fe: “Tu puedes ayudarme, tú puedes hacer un milagro, tú puedes manifestar el poder de Dios”

 

QUE TIENES EN TU CASA?

-El profeta le pregunta: “Que tienes en tu casa? Tú tienes que saber que hay milagros que Dios puede hacer sin ti y otros que Dios hará a través de ti, a través de lo que tú tienes, a través de lo que tú eres, a través de lo que tu estés dispuesto/a a poner en manos de Dios.

-Que tienes? Ella contesta “nada!” Solo una vasija de aceite. A menudo no valoramos lo que tenemos o lo que somos. Cuando pasamos por crisis nos invade una visión pesimista, tendemos a ver solo lo negativo, lo que nos falta, los problemas, lo malo de la vida y de la gente que nos rodea. Dios quiere que valores lo que tienes en tu casa, que eches mano de lo que tienes. Deja de quejarte por lo que te falta y se agradecido con lo poco y tu condición comenzará a cambiar! Lo que tú tienes es de valor para Dios y de ello El se va a valer para darte más. Valora tus talentos, tus capacidades, tu determinación, valora tu aceite!

-“Una vasija de aceite”: No se trata de cuánto tienes sino de lo que haces con lo que tienes!. No se trata de cuántos talentos tienes sino de lo que haces con lo que Dios te dio. No se trata de cuantos recursos tienes sino de cómo gerencias los que Dios te entrego. El don no habla de ti habla del Dios bueno que te lo dio, en cambio lo que tú haces con el don o el talento eso habla de ti, de tu carácter y de tu fe. Hay gente que tiene pero entierra, hay gente que tiene pero no valora, en cambio están los que valoran lo poco, multiplican los talentos y multiplican su aceite!

 

EL LE DIJO VE Y PIDE VASIJAS PRESTADAS, NO POCAS!

-En medio de tu crisis tienes que oír y seguir la instrucción de Dios. En tu obediencia está la clave de tu éxito Es probable que el te mande a hacer cosas que para ti no tienen lógica.. Dios te mandara a hacer cosas que nunca hiciste, tendrás que salir de lo ordinario, de la rutina de tu zona de confort, de tus límites.

-No te muevas por desesperación, ni por emoción, tienes que moverte por revelación, se te tiene que revelar, tienes que moverte de acuerdo a la voz de Dios, a su instrucción, tienes que obedecer y hacerlo rápido, no dejes que la duda te prive de ver tu bendición.

-Pide a tus vecinos: En el proceso ella tenía que creer, tenía que obedecer la instrucción de Dios, tenía que moverse rápido, pero también tenía que golpear puertas. Tocar a las puertas de sus vecinos. Porque en el proceso de su bendición Dios usaría la vida de otras personas como canales de ayuda y bendición. Busca la ayuda de quienes te pueden ayudar, pide vasijas. Debemos romper el orgullo, si no pides ayuda, las vasijas no van a aparecer. Dios tiene preparada gente lista para ayudarte! Hay algo que otro tiene y tú necesitas. Dios va a poner en tu camino conexiones de oro! Gente que te va a ayudar a alcanzar tus propósitos!

-Ley de la preparación: Ella siguió la instrucción del profeta, hizo lo que tenía que hacer y Dios hizo el resto. El aceite se multiplicó y cuando hubieron acabado las vasijas el aceite se cesó. Ley de la preparación: Dios te va a dar hasta donde hayas planificado y preparado. Por eso planifica en grande, prepárate, haz lugar, eleva tu nivel de expectativa, porque Dios te va a sorprender!

 

ENCIÉRRATE TU Y TUS HIJOS

Para qué? Para no distraerte y no dejar que nadie te distraiga, que nadie opine, que nadie te desenfoque, que nadie te haga retroceder. No le cuentes tus proyectos a cualquiera, porque no todos se alegraran de lo que Dios te ha entregado. Hay bendiciones que están reservadas para ti y para los tuyos. Deja que tu éxito hable por ti!

 

LAS VASIJAS SE LLENARON!

Cuando las vasijas se llenaron, vuelve al profeta para contarle lo que sucedió y recibir nueva dirección. En la bendición, en la abundancia volvió a buscar al varón de Dios, y a pedir instrucción. Hay gente que solo busca a Dios cuando tiene problemas, cuando tiene la casa o los hijos hipotecados, pero en las buenas hacen lo que quieren y desperdician o administran a su antojo, ella volvió al profeta para decirle “Estoy bendecida, estoy llena tengo aceite en abundancia, que hago, cual es la voluntad de Dios?” No busques a Dios solo en la escasez, busca que Dios también te direccione en tu abundancia y tu aceite nunca va a volver a escasear!

Donde el diablo te ataco y debilitó Dios te va a hacer fuerte, donde hasta ayer estuvo tu debilidad hoy vendrá tu fortaleza, donde sufriste crisis habrá frutos, en el área en que fuiste probado en esa Dios te bendecirá!

Esta mujer solo quería pagar su deuda, solo quería conservar a sus hijos y tener paz, pero Dios le dio mucho más de lo que ella anhelo! Prepárate, porque viene más de lo que soñaste