LISIADO DEL ALMA

 



A la entrada del templo La Hermosa se encontraba un hombre inválido de sus piernas. Todos sus días transcurrían en una triste rutina de tan solo perdurar, ver a la gente pasar, y esperar de alguno de ellos una limosna. No había sueños en él, su alma estaba apagada. Ya estaba resignado a estar postrado ante su cruel realidad. Sus piernas pendían inútiles y el no podía hacer nada para remediarlo. Un día, repentinamente todo cambio. Eran las 3 de la tarde, el sol estaba a pleno cuando de pronto ve a dos hombres que van subiendo por las escalinatas. Levanta la cabeza, extiende la mano hacia ellos y con aquella actitud y algunas palabras susurradas, espera recibir de ellos algo. Jamás hubiese imaginado que aquel encuentro le iba a cambiar la vida tan radicalmente. Aquellos dos hombres eran Pedro y Juan, no tenían limosna ni dinero, pero tenían el Espíritu de Dios y fue ese Espíritu Santo quien lo levanto poniendo en el las fuerzas que no tenia!...Hoy el Espíritu de Dios te va a levantar!

Todos tenemos un área paralítica, minusválida, algo que no funciona, que nos tiene mal, que nos entristece, que nos preocupa, que no nos deja vivir una vida plena. Puede ser una decepción amorosa, una frustración, un sueño roto, sentirnos inútiles por no haber alcanzado determinados resultados, heridas de la infancia, abandono, injustica, humillación, traición, rechazo, etc. Ese algo nos hace sentir desdichados, arruina nuestro presente he hipoteca nuestro futuro!

Quizá nadie note lo que te está pasando, nadie conoce tus batallas internas. Al cojo no le faltaban las piernas, se lo veía entero, cualquiera podría decir es uno más de nosotros! El está bien! Sin embargo sus piernas pendían inútiles, muertas y junto con ellas también su corazón, muerto de dolor por causa de su desgracia. Quizá esta sea tu realidad, vas al trabajo, y nadie nota nada, eres uno más del montón, aun entre tus familiares o en la iglesia todos te ven normal y creen que está todo bien, sin embargo hay algo que no todos saben, que no todos pueden ver porque la procesión va por dentro. Quizá es algo del pasado que no pudiste superar, un trauma muy profundo que te paralizo, una decepción que te estanco en la puerta de los sueños rotos y desde ese día en adelante vives tratando de seguir adelante pero más que vida, es sobrevivir. Miras la felicidad de los demás con cierta envidia y aunque quieras evitarlo te comparas con ellos diciendo “Yo nunca voy a tener lo que necesito para ser feliz” “¿Por qué la vida ha sido tan injusta conmigo?”

Tu dolor, tu parálisis te ha llevado a ser mendigo emocional. Es llamativo que el cojo no estaba esperando que lo sanen, porque había perdido ese sueño, simplemente esperaba “algo” que lo haga sonreír, una limosna, una caricia al alma. Cuando por causa de nuestro dolor nos convertimos en mendigos emocionales perdemos el foco de lo realmente importante,  de lo que queremos ser o tener en la vida para conformarnos con limosnas.

Tu parálisis te llevo a depender de los demás. Cuando uno es cojo alguien lo tiene que llevar, empujar, porque es inválido, depende de otro, necesita que otro lo esté llevando. Así sucede también con aquel que es lisiado del alma, se convierte en dependiente de quienes lo rodean, esperando que alguien lo anime, alguien lo empuje, alguien lo motive, alguien pueda administrarle la vida. Cuando uno es minusválido del alma le es difícil andar solo, animarse a ir hacia adelante porque teme caerse,  teme fracasar, sentir muy duro el golpe de la frustración.

 

Si estas detenido en la escalera de la vida, si estas postrado a la puerta pero del lado de afuera, quiero decirte que ese no es tu lugar, no naciste para vivir de la lástima, o la opinión de los demás…

Quiero decirte que Dios es especialista…

-En reparar gente rota.

-En sanar las heridas del alma.

-En levantar a los que están tirados en el polvo de la derrota.

-En reactivar sueños que estuvieron paralizados por causa del fracaso.

-En poner de pie a aquel que dice yo nunca voy a ser nadie en la vida

-En devolverle la sonrisa a aquellos que por un motivo u otro lo único que han hecho últimamente es llorar su desdicha.

-En borrar pasados tristes, cicatrizar las llagas del alma, y darle sentido a tu vida…

 

Hoy es el día de tu oportunidad! Dios hoy esta frente a ti para extenderte la mano y decirte “levántate y anda” El quiere verte de pie, verte sonreír, que seas feliz, el quiere que recuperes tus sueños, que descubras que con él es posible una vida en abundancia...

Hoy es día de que sueltes tu lecho, suelta el pasado, abandona la vieja mentalidad…hoy tus piernas son afirmadas, tu corazón vuelve a palpitar aceleradamente, vuelven las fuerzas, porque a partir de hoy tu pasado es borrado y una nueva historia empieza a escribirse…Tu pasado te deposito en la mitad de la escalera, pero hoy Dios te toma de la mano y te introduce en su casa, en un nuevo tiempo de gozo y restitución! Tomate de la mano de Dios y permite que él le dé dirección a tu vida!

Las heridas hablan de tus batallas, de tu lucha, de que no te entregaste, de que estas de pie. Las heridas de hoy en adelante serán tus medallas de guerra, pero de ninguna manera te impedirán ir hacia adelante, porque Dios está contigo!


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