VUELVE A BETHEL

 



 Después del encuentro sobrenatural que Jacob experimento en Betel se levanto y siguió su camino, ahora movido por una promesa, por una palabra y por una presencia, la de Dios que estaría con el de forma permanente. Aun así las cosas no fueron fáciles para Jacob, sus luchas internas y externas continuaron, tuvo altos y bajos, momentos buenos y otros muy malos, mas aun así el propósito de Dios siguió vigente en el. Es que usted y yo tenemos que entender que la vida se compone de cimas pero también de valles, de buenas y de malas, de momentos gloriosos y de pruebas que nos mueven la estantería. Haber tenido un encuentro con Dios no significa que nuestras batallas acabaran y que todo será fácil, no!. La vida de Jacob representa la caminata de la fe del creyente, tu vida y mi vida, habrá domingos donde vamos a ver los cielos abiertos, ángeles, visiones, vamos a escuchar la voz de Dios y lunes donde vamos a encontrarnos con gente perversa, abusadora, con problemas de toda índole. El maligno siempre está al asecho intentando robar la semilla, que lo que tu recibiste de Dios se te escurra como agua entre los dedos y vuelvas a la incertidumbre, tus miedos y debilidades.

Ya habían pasado unos cuantos años de aquel día de la escalera sobre la piedra de Betel, Jacob necesitaba volver a tener un encuentro profundo con Dios,  necesitaba volver a Betel, al lugar donde todo había empezado para él.  Viendo Dios la condición de Jacob, su cansancio, su fe debilitada, le dijo: “levántate, sube a Betel y quédate allí…”

Betel representa

Es el lugar donde llegamos cansados, rotos, perseguidos llenos de problemas

Es el lugar donde Dios nos da descanso

Es el lugar donde podemos apoyarnos en la roca (Cristo)

Es el lugar donde recuperamos los sueños perdidos

Es el lugar donde Dios nos habla y nos muestra su amor incondicional

Es el lugar que une el cielo con la tierra y recibe a los ángeles

Es el lugar donde nos comprometimos con Dios.

Si te encuentras como Jacob, cansado, abrumado por los problemas, débil en la fe sube a Betel, vuelve a afirmarte en la Casa de Dios, vuelve a enamorarte de su presencia, vuelve a tu primer amor, a tu primer altar.

Jacob entendió que Dios lo llamaba a vivir en Betel y que una nueva temporada se gestaría para él y su familia, entonces el instruye a su familia a alinearse con la voluntad de Dios y les dice:

1-Quitemos los dioses ajenos: Los dioses representan las cosas, las personas y las aspiraciones que pusiste por encima de Dios. Al principio Dios era lo más importante pero luego te concentraste mas en el trabajo, en hacer dinero, en tu realización sentimental que dejaste a Dios relegado a un lejano segundo plano. Debes volver a entronar al Dios que se te apareció en Betel como el único y verdadero de Dios, nada puede ser más importante que se presencia!

2-Limpios: Limpiarse significa sacar del corazón lo que no nos sirve, lo que no suma, lo que nos quita la felicidad. Limpiarte espiritualmente es renunciar a apegos enfermizos, a gente toxica, a costumbres y hábitos que te alejan de tu santidad.

3-Cambien sus vestiduras: Cambiar las vestiduras es un acto profético el cual anuncia un nuevo tiempo, un cambio. Cambio de vestidura es soltar lo viejo para que se manifieste la nueva temporada de Dios en nuestras vidas.

Declaro que estas tres bendiciones se van a activar en tu vida si vuelves a Betel, a tu primer amor, a la fe pura;  Dios pasara a ocupar el centro de tu corazón, vas a ser limpiado de todo lo negativo y vas a entrar a disfrutar de una nueva temporada!

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