JABES

 

A veces nos suceden cosas inesperadas, cosas que no están bajo nuestro control, no tenemos la culpa de ellas, sin embargo se levantan para truncar nuestro destino, marcarnos para lo peor. nos predisponen de forma negativa y nos hacen creer que nuestra suerte está echada.

-Una enfermedad repentina en un ser querido o en nosotros.

-La pérdida de trabajo o las ventas que no repuntan.

-Los tramites de tu jubilación o pensión que inexplicablemente duermen en un cajón o en el escritorio de un funcionario inoperante.

-La plata que no alcanza, todos aumenta y tus planes de hacer tal o cual cosa se diluyen.

-Un conflicto que no esperabas: alguien cercano se levanto contra ti, descubriste la traición de quien menos lo esperabas, alguien en el trabajo por envidia quiere perjudicarte y para ello habla a tus espaldas, miente y te descalifica.

-Se rompe el auto o la heladera en el momento menos oportuno, no se te rompe en invierno...ahora!

-Hasta en la vida sentimental las cosas parecen salirse de control: "no sos vos soy yo" "no sé qué me pasa" "creo que ya no te amo". Hasta matrimonios de años inexplicablemente entran en discusiones tontas, en distanciamiento y peleas poniendo en riesgo todo lo construido hasta el presente...


Todo esto es parte del esfuerzo que día a día realiza el maligno por truncar tu futuro de bendición. El intenta desanimarte, hacerte creer que tu suerte está echada, que tu vida no tiene solución, que las cosas irán de mal en peor. El quiere que creas que tienes mala suerte y que nada puedes hacer para revertirla, solo aceptarla con resignación

sin embargo...

En el libro de 1 de Crónicas en el capitulo cuatro nos encontramos con un hombre destacado del cual se dice que llego a ser más ilustre que sus hermanos. Poco sabemos acerca de este hombre llamado Jabes, aunque su nombre nos da un claro indicio de su historia, especialmente de su nacimiento. Su madre le llamo así porque al parecer tuvo complicaciones en su embarazo y en su parto, por eso decidió llamarlo "Dolor" o "el que causa tristeza". En aquellos días el nombre era una proyección profética, era un resumen de lo que significaba esa persona y de lo que se esperaba de él. Jabes, por lo tanto, fue marcado por el rechazo y el dolor. Todos sabrían que sus inicios no fueron los mejores, que fue un hijo no deseado y que iría por la vida cargando con esa "maldición". Sin embargo, el decidió cambiar su suerte, su estrella, torcer su destino. No acepto aquella imposición como algo permanente, sino que se rebeló contra su estigma. Jabes hizo una oración al Dios del cielo, entendiendo que a través de la ayuda divina, el podía cambiar su destino, y así fue. No solo rompió la maldición que pesaba sobre él, sino que se convirtió en una persona ilustre, destacada, que supero a sus hermanos y a los de su generación.

Cuantas personas aceptan su destino negativo con resignación, creyendo que sus cartas están echadas y que no hay forma de escapar a lo que esta "decretado". Hay quienes piensan que los astros nunca se alinearon en su favor y por eso les acontece toda clase de infortunios, en tanto miles de personas no pueden superar el abandono de sus padres, el rechazo, una palabra o declaración negativa recibida en la infancia, o un hecho doloroso que vino a dejar una huella aparentemente imborrable que les causara dolor de por vida.

No importa cuál sea la marca que viene arrastrando por años, usted puede torcer su destino y escribir una historia diferente de la que imagina o le han impuesto, si tan solo, al igual que Jabes se determina a buscar al Dios vivo. Rebélese hoy mismo contra su pasado de dolor, no acepte el sufrimiento como algo permanente en su vida, deseche lo que otros han dicho acerca de usted y no permita que las emociones negativas le impidan desarrollar todo su potencial. Si Jabes pudo cambiar su estrella usted también podrá. No es tarde!, empiece ahora invocando la ayuda divina y le aseguro que sus mejores años serán los que están por venir

Quizá este año que está terminando lleva por nombre Jabes: dolor, tristeza, amargura. No vamos a aceptar esta imposición negativa, vamos a torcer el destino con oración y adoración como lo hizo Jabes, porque lo mejor es lo que está por venir!