UNA NOCHE EN BETEL

 


Las batallas más fuertes que enfrento Jacob fueron las de su casa,  con la familia. Muchas veces nos preparamos para las batallas de afuera pero no para las internas. Siempre pensamos que Satanás va a usar alguien de afuera, alguien lejano y somos sorprendidos cuando el maligno usa a los cercanos, a los de la propia familia. En esta etapa de su vida Jacob temía por su vida, pues su hermano Esaú lo odiaba a muerte y había salido a eso, a matarlo.

Huyendo, cansado y desanimado, se acuesta a dormir, pone una piedra de almohada y tiene un sueño, una visión. Dios le habla y le da una promesa, le dice que le daría la tierra y lo bendeciría, pero es llamativo que ni le menciona el problema, la persecución, a Esaú. Cual era la preocupación de Jacob? El problema familiar! El tenia temor de que su hermano se vengara y lo matara, pero Dios no le habla del problema, porque Dios está viendo mas allá, Dios ya está en tu futuro!. Tu estas preocupado, ansioso, lleno de temores, pero Dios te habla de lo que te tiene reservado porque el ya sabe que todo va a estar bien! Hoy Dios te dice, mira hacia el futuro, recuerda las promesas, no dejes que tu preocupación actual te detenga, no me cuentes tu problema, profetiza lo que viene por delante!

Muchas veces venimos a la iglesia y le decimos a Dios háblame algo de lo que estoy pasando, de lo que estoy viviendo, de lo que me preocupa, y Dios te habla cosas que tu no pediste ni oraste “Señor dime algo de lo que estoy viviendo, de que tengo problemas en mi casa, de que no sé cómo resolver esto” y Dios te die: “Te voy a bendecir, te voy a usar, te voy a enviar a las naciones, tu galardón será grande”…tu le dices: “está bien; está bien! pero háblame de mi hoy de mi ahora”, pero Dios te dice yo te estoy hablando de tu futuro…Señor no te entiendo! Tu no me tienes que entender, tienes que creerme! …quiero que sepas que lo que estás viviendo es una escala, no tu destino, lo que estás viviendo, es temporal, pasajero, pero yo te estoy llevándote a lo estable, a lo permanente, a tu lugar de destino, a tu bendición.

Un hombre que está huyendo, un hombre que está roto y Dios le habla de extenderse, de grandeza…a Dios no le importa tu presente, ni tu realidad, cuando Dios te quiere bendecir nada ni nadie lo puede impedir! Hoy solo tienes una piedra, pero mañana tendrás naciones, hoy estas solo y nadie te apoya, pero mañana serás padre de multitudes, hoy estas en la noche más oscura, pero mañana estarás en tu cenit!...lo que hoy estás viviendo, lo que hoy estas sintiendo es porque Satanás quiere detenerte, porque él sabe que Dios tiene planes contigo y que esos planes son grandes!. Satanás no está preocupado por tu presente sino por tu futuro, por eso levanta tormentas en tu hoy, en tu ahora!

A Dios le gusta aparecerse en esas temporadas en que todo te va mal, en que tienes los zapatos rotos, en que no tienes ni para comer, en que estas quebrado por dentro, en que tienes una piedra por almohada para decirte: “Te bendeciré”

Lo que él vio no fue un sueño cualquiera fue una revelación. El vio los cielos abiertos, Dios en lo alto en control de todo, ángeles activos que subían y bajaban trabajando por su bendición, y esto en su peor momento, en su peor temporada. Quiero que creas esto: Aunque tú no lo estés viendo como Jacob esto mismo es lo que está aconteciendo sobre ti en este momento!

Cuando despertó Jacob dijo: “Ciertamente este lugar es casa de Dios y puerta del cielo” Dios estaba en este lugar y yo no lo sabía, ni me hubiese imaginado! Es que cuando tu estas pasando por tu mal momento, no sientes a Dios, tu realidad no te deja ver a Dios, lo que estás viviendo no te permite sentir su presencia, pero el esta y no solo esta sino que está trabajando por tu bendición.

 

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