QUEBRANTAMIENTO
Y los tres escuadrones tocaron las trompetas, y quebrando los cántaros tomaron en la mano izquierda las teas, y en la derecha las trompetas con que tocaban, y gritaron: ¡Por la espada de Jehová y de Gedeón!" (Jueces 7:20)
Dios
formo al hombre del polvo, en consecuencia es nuestro alfarero, quien nos hizo,
y él es también quien, debido a nuestras fallas, nos restaura y nos moldea de
nuevo.
Dios
quiere moldearnos con suavidad pero cuando nos endurecemos no tiene más opción
que quebrarnos de manera dolorosa.
Cuando
un cántaro se endurece ya no puede ser colocado en el torno, sino solamente
quebrado.
Que nos endurece?
Las heridas, el maltrato, los sinsabores, las injusticias, la maldad, el desprecio, nos endurecemos cuando nos mienten, nos endurece el desierto de la prueba, la ingratitud de la gente…etc.
El caracol, la tortuga, la mulita y otros tantos animales tienen caparazón o están recubiertos de una dureza de la cual la naturaleza les doto como un mecanismo de defensa. Esa es la manera que tienen de defenderse de sus enemigos. Esto mismo le ocurre a muchas siervos de Dios, se han hecho de una caparazón, de una dureza alrededor del corazón como un mecanismo de defensa porque dicen: Tantas veces me hirieron, me menospreciaron, se burlaron de mí, no me tuvieron en cuenta que ahora ya no confío en nadie, ya no le abro mi corazón a mas nadie, no hablo mas, no me meto mas, no importa más nada! Que cada uno se arregle como pueda!
Ese
corazón duro no le sirve a Dios, ese corazón no puede manifestar el amor y la compasión
de Cristo. Esa clase de corazón debe ser quebrantado. El corazón duro te aleja
de Dios, te aleja de la gente, te aleja de tus sueños, el corazón duro te hace
ser una persona infeliz, insegura, prejuiciosa, vengativa. Por eso tú no puedes
permitir que la gente, las circunstancias cambien tu naturaleza, modifiquen tu
corazón, fuiste llamado a tener un corazón grande, generoso, amoroso y lleno de
la compasión de Cristo. Nadie fue más herido que Cristo, nadie fue más
humillado, vituperado, traicionado que Jesús, sin embargo aun estando en la
cruz sus palabras fueron: “Padre perdónalos…” El no permitió que los negadores,
ni los traicioneros como Judas, ni los religiosos, ni los ingratos cambiaran su
naturaleza, el siguió teniendo un corazón lleno de amor hacia toda la
humanidad!
El
mayor distintivo del verdadero discípulo, sabe cuál es?: No es su uniforme, su
talento o ministerio, no es lo hermoso que canta o habla en lenguas, no es la
capacidad que tiene para hacer tal o cual cosa…el mayor distintivo del
verdadero discípulo es el amor. Jesús nos dio un mandamiento: “Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis
unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos
por los otros” San Juan 13:34-35
Dios quiere
cambiar el corazón duro, el corazón de piedra y darte un corazón lleno de amor,
porque él quiere que seas un verdadero discípulo.
Cuando
un cántaro se endurece ya no puede ser colocado en el torno, sino que necesita
ser quebrantado.
Hay dos clases de quebrantamiento:
-Cuando nos quebranta el dolor. Dios permite situaciones especiales en nuestra vida para tratar con nuestro orgullo, con nuestra dureza y darnos un corazón dócil y humilde. Este es el quebrantamiento por dolor, por golpe.
-Cuando nos quebranta el Espíritu Santo: A través de la Palabra, de su presencia, de su toque. El Espíritu santo nos hace ver nuestra condición, produce en nosotros arrepentimiento, deseo de cambio y de volvernos a Dios. Este es el quebrantamiento que tienes que anhelar!
La
luz del Señor, el fuego de su espíritu, solo puede manifestarse a través
de una vida quebrantada!
Sin
quebrantamiento no hay fuego, y sin fuego no hay victoria. ¿Quiere ver a sus
enemigos derrotados, como los vio Gedeón? ¿Quieres recuperar una vida plena y
feliz junto a Dios? Da hoy mismo el paso de quebrar lo viejo y la gloria de
Dios se manifestara a través de ti!
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