IZQUIERDA O DERECHA?

 


Jesús esta en el Monte Gólgota colgando de la cruz, a su lado hay dos malhechores en la misma condición. Las cruces están lo suficientemente cercanas para que entre los tres entablen una conversación, la que quedo registrada en los evangelios para nuestra edificación espiritual. Los tres están en agonía y en dolor, pero ante el mismo dolor hay reacciones distintas. Uno de los malhechores es desafiante, orgulloso, petulante, altanero. Teniendo al Hijo de Dios a su lado no se humillo, ni pidió ayuda. Estaba en la mala, tenía un gran problema, pero no pidió la ayuda de Jesús. Hay gente que está pasando momentos difíciles pero se mantiene orgullosa, no reconoce su condición, no se quieren humillar, prefieren morir con su problema a cuesta que humillarse y pedir ayuda.

Hay gente que en medio de su problema cuestiona a Dios, le exige, le demanda, le dice a Dios como debería hacer las cosas: “Si verdaderamente eres hijo de Dios bájate de la cruz y bájanos a nosotros…” . El dolor nos condiciona negativamente, pero ten cuidado como hablas, no cuestiones a Dios, no le faltes el respeto a tu Padre, cuida tus palabras!. Este hombre hablo como el mismo Satanás quien cuestiono a Jesús diciéndole las mismas palabras: “si eres hijo de Dios…”.  A este malhechor Jesús no le contesta nada, no hay respuesta para los necios, estando al lado del Salvador se perdió en su orgullo. Quieres que en medio de tu dolor Dios te responda? Dios traiga respuesta? Venga salvación de Jehová? Hónralo y alábalo aun en tu peor momento y el extenderá su misericordia sobre ti.

El otro malhechor frente al dolor se humilla, se sensibiliza, reconoce su responsabilidad, se arrepiente, tiene convicción de su pecado, de lo malo que había hecho. Hay gente que en su dolor le echa la culpa a otro: “yo robo porque todos los políticos roban, yo miento porque todos me mintieron primero, yo bebo porque mi padre era borracho, yo caí porque el diablo me tentó” pero este hombre humillado dice: “Estamos aquí pagando por lo que hicimos...”. No culpa a Dios por su desgracia, no le exige nada sino que le hace una petición humilde: “acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”. A este hombre Jesús le respondió y le hizo una promesa: “de cierto te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso”

Que sale de ti en los momentos difíciles? Que sale de tu boca, de tu corazón? Como te diriges a Dios, con una actitud desafiante y altanera o con humildad de corazón y de labios?

Sabes que sale de la cebolla o el limón cuando lo cortas? Lo agrio que tiene dentro!. En cambio hay otras plantas e hierbas aromáticas que cuando usted las corta dan un olor fragante, rico. Cada uno da lo que tiene dentro. El dolor, la prueba la adversidad sacar a relucir de que estas hecho. Sabes porque Jesús en la cruz respondió con perdón? Porque él estaba lleno de amor por dentro!

 Que sale de ti en medio de una enfermedad, en medio de la crisis matrimonial, en medio de una crisis económica? A menudo Dios permite ciertas pruebas y dolores para que seamos consientes de lo deficiente que mora dentro de nosotros y cambiemos lo que hay que cambiar. Mientras tú no pases satisfactoriamente la prueba volverás a pasar por el proceso una y otra vez a fin de que tu carácter y tu corazón sean transformados, pero te aseguro que cuando alcances la madurez de darle honra y alabanza a Dios aun en medio de tu adversidad vendrá contestación del cielo y promesas eternas para tu vida.

 

 

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