LA VIUDA DE NAIN

 



Quiero hablarles de una mujer que arrastraba un pasado doloroso, un presente negativo y un futuro sin esperanza. En ella, de seguro,  muchos se verán identificados. Quizá tú te sientas hoy como la viuda de Naim, con un pasado marcado por el dolor, un presente triste y un futuro que asoma incierto y oscuro.

Esta mujer había sido alcanzada por la desgracia: en su pasado había perdido a su marido, en su presente estaba llorando a su hijo único quien había muerto y ahora lo estaban sacando de la aldea para sepultarlo y su futuro era incierto y sombrío ya que no le quedaba nada. Estaba sola, desamparada, sin recursos y sin los hombres de la casa que pudieran sostenerla. Lo que le esperaba por delante era más sufrimiento y miseria.

Aquel atardecer fue de los más tristes que les toco vivir a aquellos aldeanos que acompañaban el cortejo fúnebre. Puedo imaginarme el dolor incomparable que se respiraba en el lugar, puedo intuir algunas conversaciones en voz baja entre los vecinos, algunas de compasión y otras preguntándose porque esta mujer era tan castiga por la vida. Tú tienes que saber que en momentos malos habrá gente que orara por ti, que te acompañara en silencio, sin cuestionarte, pero también habrá gente que ha de juzgarte, ha de poner en duda tu integridad y condición.  No todos se alegran de tus victorias y no todos se entristecen con tu dolor!. No esperes que todo el mundo te comprenda, no todos pueden estar en la horma de tu zapato, no le guardes rencor a aquellos que no te han acompañado, solo uno es indispensable en los momentos difíciles de la vida y ese es Jesús!

Encorvada de dolor y apenas arrastrando los pies ya que no quedan fuerzas en ellas para mantenerse en pie iba sacando a su hijo del lugar que lo vio nacer. No había palabras en su boca, solo lágrimas que caían por sus mejillas. Lagrimas que brotaban de ojos hinchados de tanto llorar. Llorar es la muestra de nuestra impotencia ante el dolor. Hay momentos donde no podemos más que llorar, porque los problemas nos sobrepasan. Las lágrimas son la señal de que nosotros por si mismos no tenemos la capacidad de poder alterar el curso de las cosas, no podemos cambiar nuestra condición. Yo sé que hay gente aquí que en su pasado le toco llorar, que en su presente también llora, pero hoy Jesús sale a tu encuentro para decirte: “no llores” “se termino el tiempo de las lagrimas, del sufrimiento” “viene el tiempo en que tus lagrimas se convertirán en alegría”

Jesús encuentra a esta mujer a la puerta de la aldea. La puerta representa el lugar de transición, de cambio, un lugar de decisión donde estas dentro o estas afuera. Esa puerta representaba la condición de su corazón, porque cada vez que hay perdida, hay dolor se produce dentro nuestro un duelo. La palabra duelo significa combate entre dos. En el duelo tu vida queda partida en dos, una parte quiere rendirse y la otra quiere seguir, una parte le echa la culpa a Dios y la otra quiere confiar en su soberanía, una parte reniega de la fe y la otra trata de mantenerla en pie. Yo les hablo a aquellos que por causa de pérdidas, dolores, y pruebas hoy se encuentran tratando de procesar el duelo. Quizá te encuentras dolido con Dios porque dices: “Pastor,  Dios no obro como yo esperaba, yo esperaba la sanidad de mi hijo, el trabajo para mi marido, la casa propia, etc.  Ahora tú tienes que comprender que Dios no es el causante de tu dolor, Dios no te va a dar muerte, enfermedad, pérdida, pobreza, tristeza, porque los pensamientos de Dios son de bien y no de mal. No te enojes con Dios!

Lo segundo que debemos comprender es que aunque él no venga en tu horario, en tu tiempo el llegara! Sus tiempos son perfectos. Hoy estas en dolor, hoy estas en prueba pero mañana veras la gloria de Dios, porque él está interesado en que recuperes todo lo perdido. Tus sueños muertos, tu alegría, tu salud, tu progreso, Dios lo resucitara! Todo lo que perdiste volverá a tu mano!

 

Tres cosas que hizo Jesús:

Se acerco: Cuando te sientas ignorado, olvidado, insignificante recuerda esta historia. El mismo Jesús que fue al encuentro de esta viuda saldrá a tu encuentro también. Naim era una pequeña aldea agrícola, apartada de las principales rutas.  Se accedía a ella por un precario camino. Para aquel entonces no era más que un conglomerado de 34 0 35 casas. Hoy no supera los 1500 habitantes.  ¿Por qué Jesús fue allí? No fue coincidencia!, estuvo en sus planes ir al encuentro de esta mujer. Tengo para decirte que Dios no se olvido de ti, El me dice que te diga que viene a tu encuentro, aquel que descendió del cielo lo hizo por ti, no lo dudes! El no está indiferente a tu situación, el vio tus lagrimas, tu dolor, tu tristeza y está aquí a tu lado para socorrerte!

Toco el féretro: El toque de Jesús genera expectativa, es el anuncio de que algo va a ocurrir, algo Dios va a hacer, el toque de Dios despierta la fe dormida, el toque de Dios te predispone para el milagro, te hace enfocarte en El, cambia la atmosfera. Cuando viene el toque detrás viene el milagro. No te quedes solo con el toque, detente! No sigas con tus planes porque Dios va a cambiar tu circunstancia. Hay gente que viene a la iglesia, recibe el toque, siente la mano de Dios, entra a nueva atmosfera, pero luego siguen adelante cargando su muerto, siguen en la misma dirección que venían, No! El toque es para que te detengas y mires a Jesús, prestes atención, escuches su voz, porque después del toque viene la voz…

Le dijo al joven “A ti te digo, levántate”: La palabra de Jesús trae vida. Voy a dejar de escuchar las voces que me rodean y voy a escuchar la voz de Jesús.  La gente te va a decir ya esta, está todo perdido, no se puede, está muerto, no hay esperanza, pero Jesús te dice: “levántate”. Hay vida, hay esperanza, me voy a levantar!

Entonces el joven se incorporo, comenzó a hablar y Jesús lo entrego a su madre. Lo que el enemigo te quito volverá a tu mano!

 

 

 

 

 

 


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Y ANTES QUE LA LAMPARA FUESE APAGADA

LOS 10 PRINCIPALES CONSEJOS DE SALOMÓN PARA LOS JÓVENES

BUENAS DECISIONES