IMPACIENCIA

 

1 SAMUEL 13:8 Y él esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había dicho; pero Samuel no venía a Gilgal, y el pueblo se le desertaba. 9 Entonces dijo Saúl: Traedme holocausto y ofrendas de paz. Y ofreció el holocausto. 10 Y cuando él acababa de ofrecer el holocausto, he aquí Samuel que venía; y Saúl salió a recibirle, para saludarle. 11 Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saúl respondió: Porque vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías dentro del plazo señalado, y que los filisteos estaban reunidos en Micmas, 12 me dije: Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal, y yo no he implorado el favor de Jehová. Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto. 13 Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre. 14 Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.



El pueblo estaba en apuros, el ataque filisteo era inminente, los hombres de Saúl estaban desertando y yéndose a esconder en peñascos, cisternas y cuevas. Pero el profeta Samuel había dicho a Saúl espérame 7 días en Gilgal. El profeta iba a ir a darle instrucciones de Dios y a realizar el holocausto para clamar a Dios por la victoria, pero viendo Saúl el panorama, se impaciento y ofreció el holocausto a Jehová, cuando llego el profeta y vio aquello le dijo: “Que has hecho?...Locamente has hecho!, pues no guardaste el mandamiento de Dios!”. No era función de los reyes ofrecer holocausto, esa era tarea exclusiva de los sacerdotes y profetas, pero Saúl por impaciencia desoyó la instrucción de Dios e hizo lo que no tenía que hacer. Aunque a simple vista la intención parecía buena, cuando la intención no va alineada a la voluntad de Dios no va a prosperar. Aquel día que debió ser para Saúl de revelación profética, de victoria sobrenatural y de recibir una confirmación por parte del profeta, se convirtió en el día de su peor noticia; pues Samuel le comunico que su reino seria cortado y que Dios se buscaría a un hombre obediente y conforme a su corazón.

Hay bendiciones y victorias que perdemos por impacientes:

Nunca sabremos lo que Samuel tenia para decirle, nunca sabremos cómo podría haber repercutido esa espera en Saúl y cuan resonante hubiese sido su victoria y su trayectoria como rey si él hubiese obedecido, todo eso lo perdió por impaciente, por no esperar, por no aceptar que hay un tiempo perfecto de Dios para todo lo que se espera y necesita.

Yo estoy para decirte que Dios sabe lo que estas pasando, el conoce tus apuros, tus necesidades, tus batallas, mas te dice no te impacientes, no te apresures, no te muevas de mi voluntad, de mis tiempos, espera en mi, confía en mí, yo estoy llegando!

Hay gente que por impaciente toma malas decisiones, no consulta a Dios, busca a hacer las cosas a su manera…

No corras al brujo…Dios está llegando!, no te apresures a entregarle tu corazón a cualquiera, la promesa de Dios está llegando! No pongas tu confianza en cualquier cosa, la prosperidad de Dios está llegando…no pelees a tu manera…Dios está llegando!

Cuantos lideres, cuantos obreros, cuantos cristianos, se han movido del lugar de su bendición por impaciencia?! Cuantos, al igual que Saul, han usurpado lugares que Dios no les dio por impaciencia, cuantos se salieron de la obediencia por impaciencia. La voz de Samuel, que es la voz de Dios, les dice: ¡Que has hecho?” has actuado locamente…hay gente que actúa como Saúl por impulso, por impaciente, por carnal, por no esperar la promesa, la palabra y los tiempos de Dios…no cometas el mismo error que Saúl!



Porque tengo que esperar?

Porque la espera desarrolla en ti templanza, fe en las promesas de Dios, la espera hace que todo lo bueno acontezca en su tiempo, es decir, en el tiempo de Dios, la espera genera en ti un carácter santo, obediente, alineado a la voluntad de Dios, por todo esto debes aprender a esperar y sobre todo porque los planes de Dios son perfectos. El todo lo hizo bueno en su tiempo!



Buenas intenciones:

A simple vista cualquiera podría decir, “pobre Saúl el ofreció holocausto porque quiso llamar la atención de Dios!”. En realidad el lo hizo porque se la veía fea y estaba pensando en sí mismo.

Quiero que entiendas esto: Tú puedes tener buenas intenciones, pero si tus intenciones no están alineadas a la voluntad y al propósito de Dios vas a fracasar.

-Pedro le dijo a Jesús: “No vayas a la cruz, que tal cosa no te acontezca!” Jesús le dijo “apártate de mi Satanás…”

-David intento llevar el arca de la alianza a Jerusalén sobre unos bueyes, pero esa no era la manera, debía ser cargada por los levitas, cual fue el resultado, fracaso y muerte!

-Saúl presenta un holocausto, pero la ley de Dios no lo autorizaba…fue cortado del Reino!

No alcanza con las buenas intenciones, debes alinearte en obediencia a los propósitos de Dios y su palabra!

La impaciencia te lleva a hacer cosas que Dios no respalda

La impaciencia te lleva a tomar decisiones apresuradas y tontas

La impaciencia te lleva a perder lo que Dios tenía reservado para ti….No te impacientes!

¿Saúl sabía que no debía hacer el holocausto?…Si! Entonces porque lo hizo? Porque “Vio” que el pueblo se desertaba, que Samuel no venia…él se dejo llevar por la vista y no por la fe, por la palabra que el profeta le había soltado..:”espérame 7 días”. Hay gente que actúa locamente porque se lleva por la vista, por lo que siente, y esa es su ruina.

Saúl estuvo a horas de su mayor bendición, pero por impaciencia convirtió ese día en fracaso. Estas a horas de tu bendición, estas a horas de que Dios te suelte una palabra, estas a horas de que Dios te conceda lo que estas necesitando, no lo eches a perder por lo que ves, por las presiones, por tu impaciencia, espera la promesa de Dios, pues el siempre llega!