AMOR PROPIO

 


Cuando pasamos por problemas, frustraciones, dolores emocionales, desencantos, traiciones, infidelidades, queda en nuestro corazón un efecto secundario mucho más doloroso y profundo que el problema en sí mismo y es la pérdida del amor propio. Sentimos que nuestra vida, nuestra existencia perdió valor, que mucho de lo que nos pasa es porque no servimos. Nuestra estima queda herida y el amor propio por el suelo. Con cada golpe, con cada destrato la herida del alma se profundiza aun mas,  al punto de sentirnos incapaces de amar, soñar, construir, lograr porque dejamos de confiar en nosotros mismos,  y cuando uno pierde la confianza, la autoestima,  todo le sale mal porque obramos con inseguridad. Hay quienes han sido golpeados por heridores profesionales, por personas toxicas, por verdaderos lobos rapaces del alma, que han destruido tu corazón  y te han dejado lisiado del alma. Hubo palabras, miradas, desprecios, comparaciones que te marcaron porque te encontraron en un mal momento, en anemia espiritual y esas palabras lograron  convertirse en un veneno que te fue y sigue matándote lentamente. Esa falta de amor propio te ha convertido en una persona insegura, dependiente de la opinión de los demás, te ha hecho vivir en mendicidad emocional, esperando en los demás: que los demás te quieran, te mimen, te alaguen, te feliciten, etc. Inconscientemente te has vuelto en adicto de reconocimiento, pues sientes que el reconocimiento, la aprobación es lo único que puede tapar los agujeros emocionales que hay en tu corazón.

Amor propio es el estado natural en que nacemos, Dios nos hizo con esa capacidad, luego ciertos acontecimientos de la infancia, que pudieron ahondarse aun más en la adolescencia,  nos alejaron del amor propio.  Las frustraciones, desilusiones, traiciones y desencantos nos llevaron a perdernos en el desierto de la falta de amor propio.  Retornar de allí es un proceso lento y doloroso. Volver a amarnos tiene su costo, su esfuerzo pero vale su precio.

 

COMO RECUPERAR EL AMOR PROPIO:

1 – Invertir en ti mismo: Debes invertir en sentirte bien, no en lucir bien.

Compramos ropa y nos sentimos bien porque voy a lucir bien delante de otros, ¡pero lo hacemos para otros!. Los zapatos pequeñitos de las chinas (los juanetes aparecen por usar zapatos apretados, pero todo sea por la estética de agradar a otros!) somos capaces  de sentirnos mal para lucir bien delante de los demás.   Como cuando arreglamos la casa porque vienen visitas, pero no para nosotros!…como cuando le preguntábamos a la abuela cuando iba a usar esa vajilla o esas copas de cristal…para cuando venga la visitas! Mientras ella seguía comiendo en platos astillados o en vasos  rajados! …nos arreglamos bien y usamos el mejor perfume porque vamos a tener una cita! Por supuesto que no tiene nada de malo lucir bien delante de los demás,  pero cuando mi vida gira en cómo me ven los demás,  como luzco para los demás, que opinan los demás,  pero la relación conmigo mismo es precaria, entonces debo hacer cambios porque el orden de prioridades esta invertido. No busques la aprobación constante, busca sentirte bien.

2- Deja de desvivirte por los demás.

Hay gente que es especialista en desvivirse por el otro, por hacer que los demás se sientan bien, se sacrifican por el otro, hacen de todo para que el otro se sienta bien… cuando se les pregunta y usted donde va a dormir: “no así nomas, acá estoy bien, yo no necesito, yo como cualquier cosa, no se preocupen por mí, yo me arreglo”…  Si estoy amando y entregándome con toda la capacidad que tengo de dar para los demás,  pero no estoy recibiendo una retribución igual eso va a traer un vacío, una crisis, un dolor que te va a llevar a decir “pero cómo?  Yo hago tanto por los demás, tanto que doy y a mí no se me tiene en cuenta?” Comienzas a reclamar y a enojarte con el mundo que te rodea,  terminaras exigiendo amor, comprensión y eso no se mendiga, ni se pide ni negocia. Eso te va a llevar a vivir resentido y amargado. Debes primero tratarte bien, amarte a ti mismo para que luego puedas relacionarte bien y poner todo en su justo valor y medida.

Querer ser demasiado bueno es un engaño de la mente. Uno quiere ayudar a todo el mundo, a todo lo que no sea “yo”. Y aunque ayudar a los demás suene bonito y noble muchos no lo hacen por querer ayudar a los demás sino por falta de amor propio, porque se sienten incapaz de dedicarse a sí mismo, piensas que los demás siempre deben estar primero, llevo al otro a comer afuera porque yo solo no me siento merecedor de ese placer, el cerebro te dice no lo puedes hacer solo porque no vales tanto, el otro está primero!. Si usted quiere recuperar el amor propio debe “cazar” esos demonios mentales y sacarlos de su cabeza. Te va a doler le que te voy a decir, pero los demás pueden seguir sin ti, cuando tu no estés el mundo seguirá girando, pero tu sin amor propio no puedes sostenerte. Deja de querer agradar a los demás y empieza a centrarte en lo que necesita tu corazón, ama a Dios, ama la vida y amate a ti mismo.

3- Vuelve a ser protagonista de tu vida.

Recuperar el amor propio demanda de volver a ser protagonistas y esto no habla de presumir delante de los demás sino de quitarles el poder a los que son extras en mi vida pero quieren el protagonismo. Amo a mama, amo a papa pero no son los protagonistas de mi vida, esta es mi vida, ellos son protagonistas de la suya! Amo a mis hijos pero ellos no son los protagonistas de mi vida! No  puedo centrar toda mi expectativa y felicidad en los demás porque tarde o temprano voy a terminar herido! Tus hijos se van a ir y serán protagonistas de su propia historia, tu pareja te puede dejar y empezar una nueva historia, entonces no te ates a nadie! Se el protagonista de tu propia vida! No pueden seguir hiriéndome las personas del pasado, no pueden seguir causándote daño aun después de muertos!. Debes asumir que eres el protagonista y no seguir culpando a los demás. Si las personas que te hicieron daño te hubiesen matado serian los protagonistas del  crimen, pero si sigues vivo entonces tú eres el protagonista de tu vida, no sigas culpando a los demás, recupera tu vida. Perdona a tus agresores y sigue adelante, recupera el protagonismo!

4- Pon tu corazón en las manos de Dios

El problema de la falta de amor propio esta en el alma, en el corazón. De qué sirve tener un rostro bonito, una cintura perfecta, unos comentarios halagadores en las redes sociales, pero el alma enferma? Amor propio se trata del alma!. Cuando uno tiene caries va al dentista, cuando quiere que su pelo luzca con un color bonito va a la peluquería, así cuando el problema está en el alma uno debe recurrir a Dios, el médico del alma. En Dios y su palabra esta la guía para salir del desierto del desamor y volver a la cuna del amor propio. Pon tu corazón en las manos de Dios y él lo sanara!

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