COMO RETENER LA BENDICION

 

Detrás de todo milagro Jesús espera tres cosas: que demos gloria a su nombre, abandonemos el pecado y que  le sirvamos en gratitud.  Detrás del beneficio en si mismo que Jesús nos otorga con el milagro que estábamos necesitando, ya sea sanidad, liberación, prosperidad, unión en la familia, etc, el espera estas tres cosas: Que demos la gloria debida a su nombre, abandonemos el pecado y busquemos la salvación del alma y que le sirvamos.

Cuando Jesús transformo el agua en vino en las bodas de Cana de Galilea, los propios discípulos empezaron a creer en él y a darle la gloria debida. Cuando sano a los diez leprosos el esperaba que los 10 volviesen para dar gloria a Dios. Cuando sano al paralitico del estanque de Betesda, le dijo vete y no peques mas.  Estando en la casa de Pedro, sano a su suegra que estaba con fiebre y esta se levanto y les servía. En cada milagro hecho por Jesús narrado en los evangelios encontramos que el bendecido debía entender la importancia de ser agradecido, de buscar su salvación y de seguir a Cristo en el camino.

Hay gente que es espiritualmente pobre porque consigue un milagro temporal, un beneficio y nada más, pero no dan gloria a Dios, no se apartan del pecado y no sirven a Dios en gratitud y tristemente con el tiempo uno ve que la condición de tal persona viene a ser peor que al principio,  y eso porque no entendió el “para que” el motivo superior detrás de cada milagro.

Entonces tan importante es conquistar nuestro milagro como retenerlo! Y para ello no se nos tiene que olvidar que al recibir nuestra bendición debemos dar gracias, testificar, volver a los pies del Señor; debemos abandonar la práctica del pecado y la vida que estábamos llevando procurando la salvación eterna de nuestra alma que es en definitiva el milagro mayor al que debemos aspirar y en tercer lugar, al igual que la suegra de Pedro debemos levantarnos y servirlo, tomando compromiso con su obra y su santa iglesia, haciendo lo que Jesús nos manda a hacer que es predicar el evangelio a toda criatura.

Si usted aun no ha recibido el milagro que está esperando ya sabe lo que agrada a Cristo y el espera de nosotros, al orar y participar de las cadenas y reuniones haga ese triple voto con el Señor, prométale darle gloria, abandonar el pecado y servirle con fidelidad y de seguro su milagro ocurrirá!