LOS ALGORITMOS DE LA MENTE

 


Si queremos ser felices, alcanzar lo que anhelamos y disfrutar de la vida tendremos que aprender a soltar el pasado, ese pasado que nos entristece y aun nos duele. El pasado es una película en blanco y negro, es un archivo en nuestra memoria, es algo que ya paso pero que ahora no existe, solo vive en nuestra mente y nuestras emociones. Pero claro, como aun está instalado en nuestro “disco rígido” nuestro cerebro, una y otra vez trae al presente nuestro pasado causándonos tristeza y daño. Cada vez que mencionamos un nombre, o recordamos una época, o pasamos por algún lugar, o escuchamos cierta música el algoritmo de nuestra mente nos ofrece esa imagen del pasado que quisiéramos evitar y una vez que ese recuerdo se fija en nuestra mente van apareciendo otros recuerdos tristes asociados al primero.

No soy entendido en el tema pero puedo imaginarme que nuestra mente funciona como los algoritmos de internet, el cual usan las compañías de redes y demás para presentarnos un producto que nos quieren vender. Creo que todos ya hemos comprobado cómo funciona esto verdad? Usted entra a internet hoy y escribe: “silla de oficina”. Lo hizo por mera curiosidad, para tener un estimativo del precio o porque buscaba saber cómo reparar la suya que está rota. La cuestión es que al día siguiente, le aparecen anuncios por todos lados de sillas de oficina nuevas, usadas, mueblerías, etc. ¿Por qué sucede esto? Porque la “inteligencia” de internet ya sabe en lo que usted piensa, que le interesa, que está buscando, en que se está enfocando, cuáles son sus preferencias, entonces va a poner en primer lugar todo lo relacionado a su búsqueda. Ahora bien, cuando usted pierde el interés por “silla de oficina” y  decide buscar otra cosa, por ejemplo, una puerta, porque necesita comprar una para su dormitorio, tenga por cierto que le empezaran a llover ofertas de puertas de todos los colores y tamaños. Así también pasa con nuestra mente…

Nuestra mente se encarga de traer al frente, los recuerdos que alimentamos y los instala con fuerza, porque entiende que nos interesan, que son importantes. Si te enfocas en todas las cosas que no has logrado, te olvidaras de todas las que si te salieron bien, si tu piensas que eres un fracaso tu mente te mostrara todas las veces que te has equivocado, pero omitirá tus aciertos.  En cambio si decides alimentar pensamientos y recuerdos lindos, tu salud mental crecerá  y se fortalecerá.

Usted me dirá, “pero pastor es imposible evitar ciertos pensamientos, yo no quiero pensar en eso pero simplemente sucede y no lo puedo evitar”. Es verdad! Pero no se trata de hacer “control mental” o aprender técnicas de los monjes tibetanos para tener la mente limpia, sino mas bien, observarlos sin aferrarnos a ellos, no dándoles lugar, ni tiempo en nuestra mente. Así como pasas de largo un video que no te gusta, o una publicación que no te interesa, está allí, pero no te quieres detener en ella, así de la misma manera puedes restarle importancia a los recuerdos negativos pasándolos de largo rápidamente.  Canta en voz alta, escribe tus objetivos, lee un libro que te inspira, mantente activo en lo que te gusta o simplemente juégale una pulseada a ese recuerdo negativo, si te recuerda un fracaso contrarréstalo trayendo a memoria las cosas buenas que tienes y has logrado.

No tenemos todo el control que quisiéramos sobre los recuerdos y los pensamientos negativos, pero si podemos “programarnos” correctamente para pensar y generar hábitos emocionalmente saludables. Por eso la Biblia dice en filipenses 4:8-9 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.  Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros. No dice no pienses en esto o en aquello,  sino que nos sugiere en que pensar. Esto significa que debemos reemplazar un pensamiento por otro.

En psicología se habla de memoria selectiva como la capacidad de recordar ciertas cosas, mientras que otras prácticamente van desapareciendo de nuestra memoria. Quien tiene memoria selectiva solo trae al frente recuerdos que están ligados a sus valores, necesidades y sueños. Su mente funciona como un filtro donde ciertos recuerdos a largo plazo pasan y otros no.  Así como la memoria selectiva puede jugar a favor lo puede hacer en contra, pues hay quienes solo recuerdan lo triste y negativo que les aconteció y les cuesta mucho encontrar en el baúl de sus recuerdos momentos gratos a los cuales recurrir.  Cabe creer que si uno puede entrenar distintas partes del cuerpo y sus músculos también se puede entrenar la mente, el estudio es una muestra de ello. Quien estudia medicina está entrenando su mente para ser médico. Con cada libro, con cada examen, está programando su mente con contenidos precisos para lograr su fin. Lo mismo podemos hacer cotidianamente con nuestra mente. Saturémosla de los contenidos que nos interesan y nos edifican y descubriremos al cabo de un tiempo, que nuestros pensamientos nos estarán conduciendo a una vida mejor.

Haz que tus recuerdos sean tus aliados y no tus enemigos, entrena tu mente y corazón para enfocarte en todo lo positivo y sobre todo coloca todo tu ser en los brazos de Cristo Jesús, pues el puede darte un nuevo nacimiento.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Y ANTES QUE LA LAMPARA FUESE APAGADA

LOS 10 PRINCIPALES CONSEJOS DE SALOMÓN PARA LOS JÓVENES

BUENAS DECISIONES