DESAPEGO

 


No por casualidad Abraham llego a ser un hombre sumamente bendecido y prospero, no fue solo porque Dios lo eligió, lo llamo y lo amo, sino porque el dio muestras concretas de merecer la confianza de Dios. Jesús dijo que muchos son los llamados pero pocos los escogidos. Hay muchos que han sido llamados y amados por Dios pero sus vidas no superan al común denominador, permanecen en la intrascendencia y lejos están aun de gozar de las bendiciones que anhelan y que les fueron prometidas, por qué? Porque no alcanza con ser seleccionado o elegido, es necesario ser aprobado, mostrar la actitud y la aptitud para quedar entre aquellos que integraran la lista de los héroes de la fe. Muchos creen equivocadamente que por el solo hecho de ser cristianos, o buenas personas y venir de vez en cuando a la iglesia tienen sus anhelos asegurados, “Dios es amor, el me ama y me escogió, el me tiene que bendecir” Ese es un pensamiento cómodo y facilista que pone todas las obligaciones sobre Dios y ninguna sobre nuestras espaldas, por eso es que hay tanta gente resentida con Dios, porque sienten que él no ha cumplido con las expectativas, no los ha bendecido como esperaban, se olvidan que la mayoría de las promesas de Dios son condicionales. El mayor beneficio de todos, el que no tiene precio, el que es imposible de alcanzar y merecer, el que de ningún modo ni vos ni yo, ni nadie podría alcanzar jamás a través de merito o esfuerzo alguno ya nos fue dado: La salvación. Dios ya proveyó, ya nos dio a su Hijo amado Jesucristo para que todo aquel que en El crea no se pierda más tenga la vida eterna. Que hay que hacer para ser salvos? Creer. Creer en Jesús como el Mesías, el Cristo el enviado de Dios, el Salvador del mundo. En cambio todas aquellas bendiciones, logros, sueños que uno quiera alcanzar debajo del sol, han de tener un costo, un precio. Si mi querido! Las bendiciones no llegan a quienes las desean solamente sino a quienes se esfuerzan por obtenerlas, llegan a aquellos que con la actitud correcta tocan el corazón de Dios.

Hubo dos momentos bisagra en la vida de Abraham, dos decisiones de fe que el tomo en obediencia a Dios que lo convirtieron en amigo de Dios, Padre de la fe y patriarca de una gran nación, Israel.

La primera prueba fue cuando Dios lo llama al desapego.  Vemos a Abraham rodeado de todo lo que cualquier hombre de su época quisiera tener: Tierras, ganado, pozos de agua, familia, sirvientes, comodidad. En definitiva Abraham estaba bien, tenía un proyecto de vida, aunque no estaba completo, pues le faltaba lo que más anhelaba, un hijo. Cuando Dios le da la orden de dejar todo eso atrás, la voluntad de Abraham entra en conflicto con la voluntad de Dios. La voluntad de Abraham le decía: “Para que salir?, para que cambiar de vida? Así estoy bien!” Abraham tenía un pedazo de tierra, un estilo de vida y gente a su lado pero ahora Dios le estaba pidiendo que dejara eso atrás. El plan de Dios era llevarlo a un nivel mayor, a un lugar mejor, y hacer de él alguien relevante, pero para ello el debía pasar la prueba del desapego, el tendría que soltar su pasado. Esta es la prueba que todos nosotros también hemos de pasar en algún momento. Para que se cumplan los propósitos de Dios en ti, para que sus bendiciones se materialicen es necesario que estés dispuesto al desapego, a quemar tu pasado, si no oímos a Dios en esto corremos el riesgo de convertir nuestro futuro en una extensión de nuestro pasado, a repetir los errores, al pasado nunca hay que llevarlo con nosotros de viaje. Tienes que aprender a viajar liviano, sacar el pasado del corazón suele ser la tarea más difícil para algunos, como el pueblo de Israel que había salido de Egipto pero Egipto no había salido de sus corazones. En toda la Biblia el común denominador para que se cumpla el propósito de Dios es “suelta el pasado”, quema las naves, “El que mira para atrás no es apto para el reino de Dios” Pablo dijo “Olvidándome ciertamente lo que queda atrás me extiendo hacia la meta” Eliseo mato los bueyes y quebró el arado porque no estaba dispuesto a volver a su pasado, no después de haber sido tocado por el manto de Elías. No puedes descubrir tu futuro si todavía el pasado ocupa tu corazón. Entiende esto, tu futuro de bendición ha de demorarse si sigues caminando con personas que pertenecen a tu pasado y no a tu futuro, personas que ya tendrías que haber soltado. Si sigues caminando con Lot tendrás contratiempos, porque Lot es parte del pasado que Dios te mando soltar. Camina libre de aquellas cosas que te atan, Ur era lindo pero allí no se abría de manifestar Dios, la familia era especial pero ya no era su responsabilidad. Tú ocúpate de obedecer a Dios y caminar hacia adelante.

La segunda prueba fue mayor y más decisiva aun. Ahora Dios no le estaba pidiendo que dejara posesiones o el pasado, sino lo que más amaba en su presente, su hijo. Isaac representa lo que ocupa tu corazón, aquello que nos duele dejar porque lo amamos demasiado. Los que somos padres imaginamos que esta prueba habrá sido terrible para el patriarca!  Cuando lo que Dios hace, o lo que nos pide llegamos a entenderlo, podemos manejarlo, pero cuando lo que él nos pide entra en conflicto con lo que sentimos, nuestro corazón queda descolocado y nuestra fe en jaque. “¿Como Dios me puede pedir un hijo? ¿Qué clase de Dios es este que me pide semejante cosa? ¿Como Dios me va a dar algo y después me lo va a quitar? Dios se paso de la raya, me está pidiendo demasiado!” Simplemente no lo podemos entender, nos duele el corazón de solo intentar ponernos en lugar de Abraham! Esta es la prueba de los sentimientos, la prueba del corazón. “Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, con todas tus fuerzas” ese es el primer y gran mandamiento. Solo quienes aman a Dios así califican para las bendiciones de Abraham. Esta es la prueba de obedecer a Dios cuando no entendemos, cuando no lo sentimos, cuando obedecer a Dios nos duele el alma! Habrá quienes digan, “Pero Dios nunca te va a pedir algo que te duela” Claro que sí! Lo hizo con Abraham y ¿por qué no lo puede hacer contigo?. Lo hizo con el joven rico cuando le dijo “ve vende todo lo que tienes y sígueme” Justamente el habrá de pedirte lo que más te duele a fin de saber dónde está tu corazón. Cuando Abraham levanto el cuchillo para sacrificar a su hijo, Dios supo inmediatamente que había ganado su corazón. ¿Dios gano tu corazón, o será que aun te sigue probando hasta que se lo entregues por completo?

¿Por qué Dios Saco a Abraham de Ur de los Caldeos? Porque habría de darle una tierra mejor, ¿Por qué le probo pidiéndole a Isaac su hijo? Porque habría de convertirlo en padre de multitudes. Si tan solamente pudieses subirte a una máquina del tiempo y viajar a tu futuro verías que Dios tiene todo bajo control y que el dispuso para ti y los tuyos lo mejor, entonces volverías a tu presente y lo vivirías con calma, tranquilidad y paz sabiendo que en tu futuro todo está bien, te entregarías por completo a la voluntad de Dios, ya no dudarías mas de sus instrucciones, pues ahora tienes la certeza de que sus decisiones son las mejores. No tenemos esa máquina pero tenemos la fe y la garantía de su Palabra de que todo obra para bien a quienes amamos a Dios con todo el corazón.

Cuando soltamos el pasado y entregamos el corazón por completo a Dios no hay nada ni nadie que pueda impedir que las grandezas de Dios se desaten en nuestra vida!

 

 

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