IMPACIENCIA

 

 

Moisés había subido al monte Sinaí a tener un encuentro con Dios. Allí recibiría instrucciones precisas y el decálogo de los mandamientos escritos por el dedo mismo de Dios. Pero mientras Moisés estaba arriba, abajo el pueblo se estaba impacientando porque ya habían pasado 40 días y no se sabía nada de Moisés. La impaciencia los llevó a tener un pensamiento trágico “seguro que Moisés está muerto” y a tomar decisiones tontas. Todo el pueblo a una le pidió a Aarón que era el hermano de Moisés y el sacerdote que les proveyera de un nuevo “dios” de un nuevo guía. Blando de carácter Aarón toma el oro del pueblo, lo funde y con él hace un becerro, lo pone sobre un altar y convoca al pueblo a una fiesta para presentarle al nuevo dios que los había sacado de Egipto. Esto despertó la cólera de Dios quien indignado le dijo a Moisés que bajara rápidamente para ver el desenfreno de su pueblo. Dios estaba dispuesto a poner fin a toda aquella generación adúltera, si no hubiese sido por la oración intercesora de Moisés ni uno solo hubiese quedado en pie.

Hoy a muchos les sigue ocurriendo lo mismo! Se impacientan, dicen “Mi bendición no baja” “yo no veo nada” “ya han pasado muchos días y no pasa nada”…voy a hacer las cosas a mi manera”, “Ya no puedo esperar en Dios”

 

El no saber esperar, la impaciencia lleva a:

-Tomar decisiones tontas

-A escuchar a la gente equivocada o los consejos equivocados

-Olvidarte de todo lo recibido en años, en todo lo que Dios hizo por ti cuando esperaste en el

-Hacer un retroceso, a volver a Egipto, a los becerros, a la idolatría, a la vieja vida, a los viejos amigos, a esas salidas con alcohol y excesos.

-Pensar que Dios se olvido de ti, cuando en realidad él está trabajando en tu favor aunque no lo veas y lo sientas.

- Construir tus propios becerros de oro. Ídolos que reemplazan el lugar de Dios en tu vida, cosas artificiales que vengan a hacerte sentir bien…”Conocí a una persona que me hace sentir bien””yo voy a vivir solo para mis hijos” “a mí me da de comer mi negocio” “mi religión es hacer la mía, y no meterme con nadie”

Hoy Dios te está llamando a poner tu fe y tu confianza en él. Sus tiempos son perfectos, el está trabajando en tu favor. No te desesperes ni impacientes, tu bendición llegara, lo que estas esperando bajara, fe es tener certeza de lo que se espera, es decir, fe es saber esperar confiado, de que aunque no veas ni sientas nada Dios está preparando lo mejor para ti.

Dios perdonó la infidelidad, la ingratitud y la desobediencia de su pueblo. Que amor tan grande!

Todos hemos sido como este pueblo, todos hemos cruzado alguna vez a línea, hemos dudado de Dios, hemos construido becerros, hemos puesto nuestra mirada y nuestra fe en otros dioses, pero Dios esta empecinado en bendecirnos y en cumplir su propósito en nosotros, que es llevarnos a la Patria celestial. El es un Dios de nuevas oportunidades, ahora lo que hace la diferencia es donde decidimos pararnos de hoy en adelante, de cara al futuro. Moisés dijo: “se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por Jehová? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví.

Podemos estar llenos de errores pero donde nos paremos determinará nuestro futuro… con errores y fracasos, con desaciertos y pecados pero yo elijo estar del lado de Dios.

Noten que lo que pidió Moisés aquel día fue una decisión, párense junto a mí los que están con Dios, fíjense que él no pidió lágrimas, ni imploraciones, sino una actitud, él no dijo párense a mi lado los que nunca se equivocaron, ni tienen nada que ver con este becerro! NO él dijo quiero saber quienes a pesar de sus errores, eligen estar con Dios!

 Eso es lo que Dios está esperando, que le digas hoy me cuesta horrores ser santo pero quiero estar contigo, hice todo mal, pero quiero cambiar y estoy dispuesto a que me cambies, con mis errores y todo pero quiero estar de tu lado!