VINAGRE, SÍMBOLO PROFÉTICO
En la época de los romanos, cuando los prisioneros eran
crucificados, se les ofrecía una bebida a base de vinagre y otras hierbas para
aliviar el dolor que se sentía durante el proceso. Y entre los muchos usos del
vinagre, algunos consisten en ayudar a detener infecciones y acelerar el
proceso de curación, haciendo que alguien sienta menos dolor.
Cuando crucificaron al Señor Jesús, se le ofreció un trago de
vinagre mezclado con hiel, pero se negó a beberlo (Mat. 27:34). Es como si
entendiera que Su misión no estaba terminada hasta que diera el último aliento.
Primero necesitaba beber la “copa de la ira” para nuestra redención. Beber la
copa de vinagre quizás podría haber interferido de alguna manera en la
realización de Su misión.
Solo después de estar en la cruz durante unas horas y saber que
Su Espíritu estaba a punto de dejar Su cuerpo, completando así Su misión,
decidió aceptar el vinagre.
“Más tarde, sabiendo que ya todo había
terminado, y para que la Escritura se cumpliera, Jesús dijo:“ Tengo sed. Había
allí una vasija llena de vinagre; colocaron, pues, una esponja empapada
del vinagre en una rama de hisopo, y se la acercaron a la
boca. Entonces Jesús, cuando hubo tomado el vinagre, dijo: ¡Consumado
es! E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.” (Juan 19: 28-30)
Hizo esto para que se cumplieran las escrituras en Salmos
69:21. “Y por comida me dieron hiel, y para mi sed me
dieron a beber vinagre.”
Las últimas palabras del Señor Jesús en la cruz fueron “Consumado
es”. Aceptó el vinagre una vez que supo “que ya todo
había terminado”. Fue un símbolo de la finalización de Su misión.
De aquí que el vinagre venga a ser un elemento profetico que
pone fin a toda obra del mal. Cuando alguien usa el vinagre como un símbolo profetico
esta determinando por la fe, la liberación total y la victoria de Cristo sobre
toda hueste del mal.
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