RELIGIÓN O MANIFESTACIÓN?



 La Biblia nos cuenta que a Zacarias, el sacerdote, le toco entrar al Santuario para ofrecer el incienso conforme era costumbre. Es decir aquello era solo un ritual, el sacerdote entraba y salia sin que pasara nada, sin expectativas de nada, solo era una costumbre, un ritual a cumplir. Es por eso que aunque aquella generación de sacerdotes "vivían" entrando y saliendo del Lugar Santo nunca veían milagros, sus vidas eran grises y llenas de legalismo y de condena hacia los demás, porque ellos no buscan realmente la presencia de Dios, ni su manifestación, sino que todo lo hacían por religiosidad, por costumbre, por rito.

Fue cuando Zacarias entro al Santuario y se acerco con un corazón quebrantado y con expectativa de obtener respuesta a su oración que Dios se manifestó enviando un ángel. La gente afuera se asombraba de que tardase tanto en salir. Claro, es que estaban acostumbrados a ver que aquello era un simple "tramite". Zacarias tardaba en salir porque el estaba experimentando la presencia de Dios, estaba teniendo un encuentro sobrenatural, algo especial y diferente que nunca había vivido antes a pesar de sus años como sacerdote. Aquello paso de ser un rito a ser una experiencia maravillosa de la presencia de Dios. Fue ese día de la manifestación de Dios que su oración fue oída y su milagro aconteció. 

Cuantas personas hay que vienen a la iglesia por costumbre en determinado día conforme a la costumbre, se sientan siempre en el mismo lugar por costumbre, tienen la misma actitud que de costumbre, oran como de costumbre y no tienen mayor expectativa que la de "cumplir" con su deber religioso, con su "ritual" de haber cantado, orado y participado de la reunión. Cuando un creyente hace las cosas por costumbre se convierte en un religioso y los frutos del religioso son malos: Fariseismo, no practica lo que predica, dice una cosa y hace otra;  legalismo, ve errores en todo el mundo, tiene problemas con todos; orgullo, se siente superior a los demás;  esterilidad espiritual, por mas años en la iglesia no hay frutos, ni cambio ni avances, ni almas ganadas para el reino de Dios, ni milagros. En cambio cuando una persona anhela, busca y provoca la manifestación de Dios, con su hambre, con su fe, con su corazón, es allí donde las oraciones son respondidas, los milagros suceden, Dios se deja ver, hay respuesta y las cosas cambian.

Usted elige, ¿religión o manifestación?. Estoy seguro que Zacarias nunca mas volvió a ser el mismo, ni volvió a entrar al Santuario por costumbre, pues gusto de lo maravillosa que es la manifestación de Dios. 

Cuando concurra al Santuario hágalo con la expectativa de que Dios se manifieste a su vida, anhele ver el obrar sobrenatural de Dios, coloque todo su ser en el altar como lo hizo Zacarias aquella tarde y estoy seguro de que usted tendrá experiencias milagrosas y sobrenaturales que transformaran su presente y futuro.

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