RESISTA AL ESPÍRITU DEL MAL

 


Hay tres clases de espíritus: el espíritu del hombre, que es el soplo de vida que Dios puso dentro nuestro, el Espíritu de Dios, representado por el Espíritu Santo, que nos lleva a todo lo bueno, justo y puro y está el espíritu del mal, que busca matar hurtar y destruir a la raza humana. Hay millones de espíritus malignos a nuestro alrededor, que de cierto si nuestros ojos espirituales fueran abiertos nos espantaríamos de verlos. Cuando nuestro espíritu se conecta con el Espíritu de Dios, nuestra vida tiene paz, amor, progreso, fe y salvación, pero cuando por cualquier razón o puerta que se abra nuestro espíritu da lugar al espíritu del mal, este busca destruirnos de adentro hacia afuera, cambiando nuestros hábitos, carácter y personalidad, para llevarnos así de a poco a la muerte física y la peor, la espiritual, es decir la perdida de nuestra salvación. Como uno puede saber cuando una persona tiene el espíritu de Dios o el espíritu del maligno? Sencillo! Por los frutos! Jesús dijo por los frutos se conoce el árbol! La persona que tiene el espíritu de Dios tiene gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre, templanza, fe…en cambio el que está bajo el malino su carácter se vuelve oscuro y negativo.  Aquí una escueta lista de cambios en la personalidad y el carácter de aquellos que están bajo la influencia del mal:

(Marcos. 5.1-20) El joven Gadareno estaba poseído por demonios y…

-Vivía en los sepulcros: Cultura de la muerte, conexión con todo lo oscuro y prohibido.

-No se bañaba, andaba desnudo: Descuido de su persona en lo físico, espiritual y social.

-Era solitario: La persona busca aislarse, no busca ayuda.

-Se llevaba mal con todas las personas, asustaba su comportamiento negativo

-Abandono a su familia: conflictos en el hogar, rebeldía. Ruptura de lazos familiares y sentimentales.

-Insultaba, daba voces: Mal carácter, temperamental, peleador.

-Rompía las cadenas: Tenía fuerza sobrehumana, no respetaba límites.


El mal te quiere dañar, Satanás nunca va a darte nada bueno!, por eso Jabes clamo para ser librado del mal a fin de que no le dañe! (1º Crónicas 4:10)

El espíritu de Dios es gentil, él llama, invita, en cambio el espíritu del mal es autoritario, atropella, entra sin pedir permiso, se cuela por cualquier hendija o puerta abierta.

Por eso, sométase a Dios, resista al Diablo y este huirá! (Santiago 4:7)

Invoque a Dios como Jabes y él le librara a usted y a los suyos del mal.

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