EN EL POZO

 








Todos quisiéramos que la vida fuese un camino de pétalos de rosas, pero la realidad es que el camino está plagado de espinos, de sinsabores, de momentos duros y amargos que preferiríamos evitar a toda costa. Creemos que ha de ser bendición y victoria y hasta nos enojamos con Dios cuando las cosas no resultan.  Decimos “donde esta Dios” cuando las cosas no van bien y nos olvidamos que El es el Dios de la sima pero también de los valles. El nunca nos oculto que tendríamos aflicciones en esta vida, el nunca nos negó de que haya de haber días malos. Todos queremos escuchar mensajes de superación, prosperidad, sanidad y victoria, pero también debemos prepararnos para saber cómo actuar mientras estamos pasando un valle, debemos desarrollar carácter para pasar estoicamente los momentos duros, los valles, los desiertos, y salir del pozo. Yo me he encontrado con cristianos de años que les ha costado horrores comportarse como gente de fe en medio de la adversidad, hermanos piadosos pero que en el momento del dolor o la injusticia, querían renunciar a todo, entregar las credenciales, dejar la iglesia, etc. y que como quien tiene cataratas en los ojos se les nublo el horizonte olvidando casi por completo todo lo aprendido. Tantas veces dijeron amen al perdón, a soportar, a creer en el plan de Dios, a resistir firmes en la fe, pero cuando llego el momento de aplicarlo a la situación real, hicieron todo lo contrario. Esto se debe a que aun no estamos bien enseñados (o aprendidos) a pasar las pruebas con fidelidad y fe en el Señor! Por eso hoy quiero pasarte como soportar el pozo hasta ver la gloria de Dios. Mientras espero que Dios haga su obra (que aun no veo, ni entiendo como lo hará) ¿Cómo debo actuar? Porque quiero que sepas de tu actitud depende cuanto tiempo has de pasar en el desierto o en el pozo.

Todos conocemos que el plan de Dios para José comienza en un pozo y termina en un palacio. Nos gusta pensar que Dios nos va a librar de los pozos de la vida, que Dios nos va a librar de la discordia, de la envidia, de la maldad, de los pozos vacios, y está bien creer que Dios puede y quiere hacerlo, pero en el medio hay un proceso, y todo proceso que va “del pozo al palacio” es doloroso y no todos lo resisten, menos cuando el pozo se hace prolongado.

Cuando uno va a parar al pozo lo primero que se pregunta es “¿porque estoy pasando esta situación?”  Hay dos respuestas:

A-Consecuencia de las cosas que hacemos, de nuestras decisiones.

b- Consecuencia de la unción de Dios, de ser diferentes. Cuando eres un mimado del padre, y tienes una túnica de colores, esa unción genera enemigos, hay gente que antes estaba muy cercana, pero que ahora van a tomar distancia, no van a soportar tu bendición. La envidia hará que te rechacen y que procuren tu mal.

 

Las cosas no iban a ser fáciles para José. Del pozo pasaría a ser una mercancía, un esclavo, iría a parar a tierra lejana y extraña, a trabajar para otros, la injusticia lo llevaría a la prisión y a quedar al borde de la muerte… y todo por causa de hermanos envidiosos. El ya no estaba en la cisterna, pero seguía en un pozo emocional, metido dentro de la dura prueba y con el recuerdo de su dolor intacto.

Pero el nunca dejo que la bronca se convirtiera en odio, el se propone mantener lo mas integro posible su corazón. No dejo que la circunstancia lo convirtiera en una persona dura, insensible, resentida y llena de odio y venganza.  Este carácter quedo demostrado cuando volvió a tener frente a frente a sus hermanos, a aquellos que tanto mal le habían causado y llego a perdonarlos.

 

COMO ACTUAR MIENTRAS ESTOY EN EL POZO?

1-      No te alejes de la presencia de Dios: No te endurezcas para con Dios. Mantente  dócil. Sensible a su voz, a su toque…cuida tu corazón. Todo pasa! Recuerda que el prometió yo no te dejare ni te desamparare!. No importa lo que sientas, El esta!

 

2-      Aférrate a todo lo aprendido: Fuiste entrenado para pasar tus desiertos con éxito, fuiste entrenado para salir del pozo y pasar al palacio. Para pasar la crisis es que Dios nos dejo su Palabra, para ser la luz en medio de las tinieblas. Alaba a Dios en la prueba y las puertas de la cárcel se abrirán!

 

3-      Manifestó tu dolor en oración: Estas enojado con Dios, díselo! Pero no lo hables con cualquiera.

 

4-      Apóyate en la familia de la fe: No seremos los mejores, pero somos lo que Dios puso a tu lado para levantarte los brazos (Aarón y Ur). Para esto nos congregamos, para fortalecernos los unos con los otros.

 

Recuerda que el pozo no es para siempre, Dios te va a sacar. El cumplirá propósitos elevados en ti!

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