PUEDES CAMBIAR TU ESTRELLA


 

En la película “Corazón de Caballero” William Thatcher, es un joven campesino de la edad media que sueña con convertirse en un caballero. Pero él no tiene sangre noble, no proviene de familia distinguida, sino que es el hijo de un simple techador, un humilde carpintero. Pronto cae a la cuenta que no tiene chances de ser un caballero, pero no se rinde. De alguna manera se las ingenia para competir en las justas, que consistían en tirar del caballo a su oponente a través del uso de una lanza. Esas competencias estaban reservadas para los nobles, no para los plebeyos, pero debajo de la armadura nadie notaba que William era un plebeyo. Su coraje e hidalguía le granjeo un lugar prominente en esas competencias. Aun frente a todas las adversidades seguía adelante, pues recordaba las palabras de su padre, cuando él era aun un niño, quien le decía: “Siempre que quieras podrás cambiar tu estrella”. Llego hasta lo más alto de las competencias, hasta que un día enfrenta al mismísimo príncipe y es este quien justamente decide, viendo su espíritu de Caballero consagrarlo como tal apoyando su noble espada sobre cada uno de sus hombros. William Thatcher nació con sangre plebeya pero cambio su estrella porque tenía corazón de caballero.

La Biblia nos cuenta una historia muy similar, y aunque no abunda en detalles, podemos imaginar cierto paralelismo con el William de nuestra película.

Jabes no tiene la culpa de haber nacido en el tiempo y en la circunstancia en que nació, de hecho el no pidió venir al mundo, sin embargo su madre le llamo “dolor”. Eso es lo que significaba su nombre. Cuando crece y toma conciencia del alcance de lo que viene arrastrando de bebe, se da cuenta que la vida le ha sido muy adversa, y que por alguna extraña razón él es el “plebeyo” de la familia, desconsiderado y puesto en último lugar. Desea con todo su corazón cambiar su estrella, ser alguien por sí mismo y no cargar de por vida aquel yerro injusto que le impuso su madre y que la vida se encargo de afirmar. Ese deseo profundo lo lleva a hacer una oración desde el alma. El sabia que con la intervención de Dios, su estrella podía cambiar, su destino podía virar para bien. Oro, y Dios le otorgo lo que pidió, y por causa del respaldo de Dios, Jabes se convirtió en una persona destacada y más ilustre que sus hermanos, pues él tenía corazón de caballero!

A Jabes lo marco el nombre, otros son marcados por apodos, por palabras,  por traumas, por una perdida, por la burla de un defecto. No aceptes esa marca con resignación. Tú no tienes que seguir viviendo de acuerdo a tu nombre, a tu pasado, a tu dolor, no vivas para darle la razón a los demás, tu puedes cambiar tu estrella!

Muchos tienen sus sueños anestesiados o directamente viven vacios de propósito, de expectativa, porque se sienten derrotados del vamos. Piensan que es imposible nadar contra la corriente, jugar con las peores cartas y por ende se rinden antes siquiera de intentar alcanzar una vida mejor. Naciste con un propósito, naciste para triunfar, que nadie te convenza de lo contrario! El cielo está para ayudarte en ese proceso!. La gente te puso dolor, Dios te llama bendición!

Algunos sienten que su rol en esta vida se limita a un papel menor,  a una existencia intrascendente, a estar siempre en el banco de suplentes, a ser últimos en todo, porque eso es lo que absorbieron. Quizá te convenciste detrás de tantas palabras y situaciones negativas que eres más un problema que una bendición. Dios piensa lo contrario y espera que tú pienses como él. Dios te ve destacado, ilustre, ganador, caballero! Sabes porque? Porque El ya estuvo en tu futuro!

Si naciste  en desventaja o en un contexto desfavorable, tu destino no está escrito, tu suerte no está echada, no te resignes! Dios está al alcance de una oración para ayudarte a escribir la mejor historia de tu vida! El amor y la misericordia de Dios pueden cancelar todo decreto de dolor. La última palabra la tiene Dios!

No te quedes esperando que tu situación cambie, que la gente cambie, que los demás se hagan buenos, se pongan de tu lado y te den lo que mereces, eso no va a pasar! Tú tienes que provocar el cambio, salir de la auto conmiseración y abrirte paso entre los obstáculos de la vida hasta llegar a ser quien quieres ser y no lo que los demás opinen de ti.

Tu combate es contra el dolor, el enemigo a vencer es el dolor que vienes arrastrando. El dolor te pone en incomodidad, en estrechez, no te deja ver la salida (Como María Magdalena frente a la tumba de Jesús que no pudo distinguir que el Maestro estaba a su lado porque sus ojos estaban llenos de lágrimas)

Jabes sabía que su territorio era estrecho, que no iban a dejarle demasiado margen, que estaba ultimo en el reparto, por eso el pidió en su oración “Dios, ensancha mi territorio”

Territorio: -Es el lugar donde me muevo (trabajo, negocio, familia, proyectos, sueños)

                   -Es mi vida espiritual: fuerzas, sentimientos, dones, talentos

Lo que estaba pidiendo Jabes en la oración era: “Llévame mas allá de mi tristeza! Yo no quiero quedarme estrecho, yo no quiero ser limitado, yo quiero romper los límites y llegar donde nunca imagine!”

Muchos que te vieron en dolor, de ahora en más te verán en tu fuerza escalando día a día peldaños, logrando tus objetivos, llegando tan lejos como tus ojos puedan ver y tu corazón te impulse a soñar y desear.  Dios cambiara tu pasado de dolor por un presente de bendición. No lo olvides: Puedes cambiar tu estrella!

 


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