LLAMADOS, SANTIFICADOS Y GUARDADOS

 



"Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo" (Judas 1)


1-LLAMADOS: La Palabra llamado en la Biblia significa invitación. No elegimos nosotros a Dios, el nos eligió a nosotros y nos atrajo hacia él con cuerdas de amor. Hay dos clases de llamado o invitación de Dios. Primero, el llamado a la salvación, donde Dios nos invita por medio de Jesucristo a ser libres de la muerte y la condenación eterna. Quienes aceptan este llamado pasan de muerte a vida, libran su alma del infierno y entran a ser parte de las Bodas del Cordero. El segundo llamado es a servirle. “Si alguno me sirviere, mi Padre le honrara…” San Juan 12:26. Todos somos llamados a servir a Dios en gratitud por lo que él hizo por nosotros. Si todos entendiesen esto, no habría tanta gente pasiva en nuestras iglesias, sino que los templos serian grandes lugares de entrenamiento y no de “entretenimiento”.  Algunos creen erróneamente, que muchos son salvos pero pocos los que Dios llama a ser obreros en su obra. Cuando Jesús dijo: “Muchos son los llamados y pocos los escogidos” no se estaba refiriendo a que pocos califican, sino a que pocos acuden a su llamado. Otro de los errores es creer que no somos llamados a ser obreros porque no calificamos, porque no hay virtud alguna en nosotros o porque a nuestro criterio hay otros mejores para desempeñar ese trabajo. La Biblia dice otra cosa: “Quien nos salvo y llamo con llamamiento santo no conforme a nuestras obras sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús, antes de los tiempos de los siglos (2º Timoteo 1:9). Claramente este pasaje dice que Dios, no nos escogió por nuestras obras o meritos sino por su gracia y su propósito. Entienda esto, Dios no llama a gente capacitada, Dios capacita a los que llama. Puede ser que no haya nada de especial en usted y en mi, sin embargo, aun así, Dios tiene un propósito con cada uno de nosotros conforme a su gracia. Fueron muchos en la antigüedad los que se excusaron delante de Jehová argumentando que no eran los adecuados: Moisés dijo, Yo soy tartamudo y torpe para hablar; Gedeón, dijo yo soy pobre, Jeremías, yo soy niño, mas en todos ellos Dios demostró que no era la capacidad humana sino su gracia divina actuando a través de ellos lo que hacia la diferencia.

 

2- SANTIFICADOS: Inmediatamente después de la aceptación del llamado, se activa el proceso de santificación a través del cual Dios toma lo común (nosotros) y lo separa para su propósito divino. Esto significa que la santificación no proviene de merito humano, sino por gracia divina. Santificación es el proceso por el cual el Espíritu Santo va trabajando en nosotros,  limpiando, restaurando, adiestrando, poniendo el carácter de Cristo en nosotros, hasta que lleguemos a su estatura. Es un proceso de conversión en donde Dios nos lleva de lo ordinario a lo extraordinario, de lo común a lo santo. Claro que debemos cooperar en este proceso, rindiendo nuestra voluntad y obedeciendo a su voz. No esperemos la perfección de un día para el otro de quienes nos rodean, si la entrega total. La entrega es la garantía de que el proceso de santificación culminara de manera exitosa. Entrega es el acto de nuestra voluntad, santificación es el proceso de Dios en nosotros. La iglesia no es un museo de santos, de gente perfecta, sino por el contrario, un taller de reparación de gente rota, desechada, acomplejada, gente que es barro, que es nada y que se pone en manos del alfarero para ser restaurada. Por eso, nunca juzgue a nadie, pues Dios está trabajando en aquellos imperfectos que le rodean.

 

3- GUARDADOS: A quienes Dios llama santifica y también guarda y protege como el pastor lo hace con sus ovejas. “Mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco y me siguen y yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatara de mi mano…” San Juan 10:27-30. Que maravilloso es saber que usted y yo nunca estamos solos, Jesús está con nosotros, nos guarda y nos defiende. Hay momentos duros, donde todo se nos hace cuesta arriba, donde pasamos por valles, por la noche más oscura del alma, donde nos sentimos solos y hasta llegamos a pensar que Dios nos soltó la mano, o que nos está probando de una forma cruel, mas no es así, Jesús dijo: “Yo no los dejare ni desamparare, estaré con ustedes todos los días hasta el fin. (Hebreos 13:5 )

Dios te guardara siempre simplemente porque él no desampara a sus hijos.

 

CONCLUSIÓN:

Aférrese a estas tres gloriosas verdades. Primero, usted ha sido llamado, Dios le ha elegido!, Segundo, Usted no era santo, ni especial, pero ha sido santificado por la gracia de Dios para que en usted se cumpla el propósito de Dios, y tercero, usted nunca está solo, sino que es guardado y defendido por Dios para que llegue victorioso a la meta final.







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