EN CASA DEL ALFARERO
Levántate y vete a casa del alfarero:
1-Es en Casa del Alfarero donde Dios te hará oír sus palabras. Es en la Iglesia donde Dios va enseñarte algo, mostrarte algo, abrirte la mente, la visión. Es en casa del Alfarero donde se te abre la comprensión a la Palabra que Dios tiene para tu vida, es en la Casa del Alfarero dónde vas a poder comprender el propósito de Dios para tu vida. Dios te llama en tu casa, Dios empieza a tratar contigo en la vida pero es en casa del Alfarero donde te va a abrir los ojos.
2-Es en casa del Alfarero donde veras a Dios trabajar. Tú eres el barro, Dios el buen alfarero. Es n casa del alfarero donde el nos moldea, nos rompe, nos procesa, pone sus manos sobre nosotros, quita las imperfecciones, y nos convierte en su obra de arte. La rueda del alfarero representa el proceso que Dios a menudo utiliza para nuestro bien. El proceso a veces es doloroso,, otras veces extenso y agotador, otras veces nos genera incertidumbre y nos hace preguntarnos “porque tantas vueltas” “cuando Dios terminara su obra en mi” pero de algo podemos estar bien seguro que el proceso terminara en victoria.
3- Dios no desecha la materia prima. Si estamos rotos el no nos desecha, si hemos fallado el no nos desecha, si no hemos estado a la altura de lo que Dios o los demás esperaban de nosotros, Dios no nos desecha, el trabajara una y otra vez y todas las que sean necesarias hasta acabar su obra y convertirnos en obra amada.
4-Si las cosas no han ido bien, si en la rueda de la vida, algo aconteció que te produjo grietas, heridas, si por tantos golpes hoy te sientes frágil, roto, vacío, sin brillo, vuelve a colocar tu vida en las manos del alfarero, el puede hacerlo una vez más, el puede restaurarte, repararte, incluso darte una nueva vida, un nuevo inicio. Pon tu vida en sus manos una vez como el primer día y ya veras lo que Dios puede hacer contigo.
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