LO QUE LIMITA LA UNCIÓN

 


Por donde Jesús iba se reunían las multitudes y milagros acontecían. Pero la Biblia menciona una ciudad en donde Jesús no pudo realizar muchos milagros, sino sólo unos pocos. Fue en Nazaret, la ciudad donde se crió. Allí vivió durante tantos años junto a sus padres y hermanos, hasta que salió para hacer la obra que su Padre celestial le encomendó, al aprendió y ejerció el oficio de carpintero, allí todavía vivían sus hermanas y muchos de sus parientes. Pero al volver Jesús a su tierra, a su ciudad se asombro, y no para bien,  de ver la incredulidad de ellos. Fue por causa de esa incredulidad que no realizó allí muchos milagros, no que no pudo, porque él es Dios y todo lo puede, sino que la incredulidad de la gente limito todo lo que Jesús podía darles.

Aquí quiero hacer un primer alto en la revelación de esta palabra. La incredulidad, la falta de fe en Jesús limita lo que él puede y quiere hacer en nuestras vidas. Jesús fue a Nazaret con la intención de bendecir ese lugar, su gente, sanar a los enfermos y liberar a los atormentados pero la incredulidad, la apatía, la falta de fe en el limitó todo lo que podrían haber recibido en esa visitación. Preste atención a esto, aquella gente sabía bien quién era Jesús, pero no creían en él, ni en su poder como hijo de Dios. Esta es la condición de muchas personas hoy también: Conocen a Jesús, saben de él, han estudiado la Biblia, han escuchado infinidad de sermones, pero aun así el poder de Dios no actúa en ellos por causa de su incredulidad. Están en las iglesias, son parte de cada visitación del espíritu Santo pero aun así no experimentan el poder de Dios, porque para que se manifieste el poder de Dios es necesario tener una fe absoluta en el, no alcanza con conocerlo es necesario creerle! Hay gente que por años vive estancada en problemas, luchas, derrota y mediocridad porque aunque están en una iglesia y ven la visitación de Dios no ponen toda su confianza en Dios. En sus corazones aún hay dudas, razonamientos y cuestionamientos.

Porque esta gente no confiaba en Jesús? Porque no aprovecharon la visitación de Jesús?

-Porque estaban llenos de cuestionamientos: ¿De dónde sacó éste estas cosas? ¿Desde cuándo que hace milagros? ¿Qué es eso que está enseñando?

-Porque le menospreciaban: No es este el hijo del carpintero? No es su familia una familia común y corriente que vive acá en el pueblo? Estas palabras marcan un claro menosprecio. “demasiado ordinario, demasiado familiar como para que venga ahora a asombrarnos”

La historia de Nazaret se repite en nuestros días. Muchas personas limitan el poder de Dios en sus vidas porque están llenas de cuestionamientos. Cuestionan a Dios por sus decisiones, a la iglesia, al pastor, a la visión, se la pasan haciendo planteos en sus corazones o como esta gente los cuchichean en voz baja. Todo lo tratan de razonar, de cuestionar, de juzgar sin darse cuenta que por causa de esa actitud están limitando el poder de Dios en sus vidas

También nos encontramos con personas que menosprecian lo que tienen, porque lo tienen, porque se les ha vuelto común y por lo tanto han dejado de darle valor. Esperamos que venga un predicador de afuera, porque este (como Jesús) es conocido, no le damos muchas veces el suficiente valor a nuestra iglesia, preferimos apoyar al youtuber de moda, nos llama más la atención lo de afuera, lo extravagante, lo misterioso que lo conocido y serio y esa suerte de menosprecio también genera una callosidad de incredulidad en el corazón.

Es el Deseo del Señor, que tu fe sea como la de un niño, que puedas confiar en su poder sin cuestionamientos, sin razonamientos sino con un corazón humilde y confiado. Te aseguro que que si a partir de hoy decides creer con todo tu ser los milagros empezaran a fluir.

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