SAL DE LA CUEVA

 


Antiguamente alguien se metía en una cueva cuando se sentía amenazado por algo o por alguien, por la inclemencia del tiempo, por un perseguidor, por el cansancio, por el frio o la lluvia. En el caso de David, el entro en la cueva porque estaba siendo perseguido por Saúl, que por celo y envidia lo buscaba para matarlo.

Hoy las cuevas modernas son nuestra habitación, los ansiolíticos, los antidepresivos,  el encierro, el silencio, el alcohol, las drogas, etc. Muchos tratan de encontrar algo de paz, un refugio ante los ataques externos, un lugar donde  escapar de la preocupación y el miedo que causa enfrentar la realidad, las malas noticias y las amenazas.

Cuando perseguido por el odio de Saúl, David se refugió en Adulam, una cueva. Fuera de esa cueva estaba Saúl, la amenaza, el peligro.

El problema es que la cueva no es un lugar para vivir, para pasar el resto de la vida. No puedes vivir escapando, huyendo, resignando tus sueños, escondiéndote de todo lo que te persigue, de lo que te hace mal, en algún momento tienes que salir! Claro que da temor salir, porque tenemos miedo que alguien nos dañe, que las cosas salgan mal, que la vida sea muy cruel,  nos da miedo enfrentar, pero es solo fuera de la cueva que Dios va a cumplir sus promesas en ti.

Es tiempo de salir de la cueva, la cueva no es tu lugar, no es tu herencia, no es el lugar de tu batalla, no es el lugar donde vas a solucionar tu problema, tienes que salir y enfrentar la vida porque Dios esta contigo.

Debemos aprender a mirar las cosas en perspectiva, alejarnos un poco del problema que tanto nos agobia para ver el cuadro general. A menudo estamos tan concentrados en ese problema que tanto nos agobia, que no podemos pensar, ni ver, ni hablar de otra cosa. Esa situación nos absorbe, nos drena, sentimos que todo gira alrededor de lo que nos pasa y ello nos impide ver que Dios está obrando, nos impide recordar que tenemos una palabra, una promesa que conquistar.

Tienes que aprender a ver con los ojos de la fe, porque lo que a ti te parece un problema Dios lo ve como una oportunidad. David veía la cueva como un refugio contra Saúl, pero Dios la transformo en el lugar de entrenamiento de un ejército poderoso de 400 valientes que se le unieron a David.

No puedes cambiar las circunstancias, pero si puedes cambiar tu manera de enfrentarlas y  de pensar y actuar.

 Una compañía de zapatos envió a un vendedor a una isla, para hacer una propuesta de venta a los nativos de la región. Después de varios meses, el jefe le escribió un correo preguntando cómo iban las ventas. La respuesta del vendedor fue: “imposible hacer venta de zapatos en la isla, todos andan descalzos”. El jefe decidió llamar al vendedor y enviar otro. Después de unos días llamó al nuevo vendedor y le hizo la misma pregunta que le hizo al anterior, la respuesta del nuevo vendedor fue: “Increíble negocio para vender zapatos, todos andan descalzos” ¿Qué fue lo que cambió? La actitud hacia el reto que se le presentaba. Alguien dijo que no puedes controlar lo que pasa alrededor tuyo, pero si puedes controlar lo que sucede dentro de ti.

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