LOS CABALLOS DEL APOCALIPSIS HOY




“Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira. 2 Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.

3 Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira. 4 Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.

5 Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. 6 Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.

7 Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. 8 Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.” Apocalipsis 6:1-7

Antes de que venga el día grande y terrible de Jehová; día de salvación para los justos, pero de juicio y condenación para los impíos, han de cumplirse las palabras proféticas reveladas en las Sagradas Escrituras. Jesús hablo de guerras y rumores de guerras y de señales en el cielo. En tanto que el Apocalipsis de nuestro Señor Jesucristo, escrito por Juan, nos describe la aparición de los cuatro caballos del Apocalipsis, los cuales representan las calamidades por las que ha de atravesar el mundo antes de la venida del Señor.

El primer caballo de color blanco y su jinete el cual tiene un arco en la mano y sale determinado a conquistar, representa a los imperios y gobiernos autocráticos contrarios a las leyes divinas, y con ellos las falsas religiones, que con ferocidad se han de levantar contra el mundo libre, persiguiendo la predicación del evangelio y apoyando a los países y reinos enemigos de Israel y sus aliados.

El caballo bermejo y su jinete, representan claramente a la guerra. Ahora mismo nos encontramos ante la amenaza de una nueva guerra mundial. Esta será más terrible y desbastadora que las anteriores, ya que como lo profetiza la palabra de Dios la tierra será consumida en gran parte por el fuego (atómico). El líder ruso, Vladimir Putin, manifestó estar dispuesto a ir a una guerra nuclear si el mundo libre no acepta sus condiciones. El presidente de Francia, dijo días atrás, tras conversar con su par ruso: “Lo peor está por venir”. El silencio de China, Corea del Norte y los países Árabes, dan la pauta que están listos para alinearse a Rusia en una escalada militar sin precedentes, ni bien Estados Unidos, Europa e Israel decidan intervenir en el conflicto de Ucrania. Los analistas políticos declaran: “Europa desaparecerá, si el conflicto se escala”. Lo que años atrás veíamos como lejano y de película hoy se está haciendo realidad frente a nuestros ojos.

El caballo negro, representa el hambre y la consiguiente carestía de la vida. El jinete que tiene una balanza de comerciar en su mano anuncia “Dos libras de trigo por un denario” Un denario representaba el jornal diario de un trabajador, en tanto que una libre representa casi medio kilo, en este caso de trigo. El hambre golpeara tan fuerte que adquirir un kilo de harina, representara un esfuerzo inmenso. De eso se esta hablando en estos días; del aumento de la trigo, el gas, el combustible y otros productos básicos, lo cual no solo afecta a los países en conflicto directo, sino al mundo. Incluso aquí en Argentina, se habla de desabastecimiento y aumento de la harina, el elemento vital. Esto es consecuencia directa de la guerra. Cada vez se invierte más en armas, tecnología y viajes espaciales, mientras lo elemental para la subsistencia humana, como el agua y el pan, comienzan a escasear.

Por último, el cuarto caballo, el amarillo, anuncia la muerte, pero no la muerte natural, sino la causada justamente por las guerras, el hambre, la “mortandad” es decir, pandemias, epidemias y enfermedades y por las fieras de la tierra y a esta altura todos sabemos que las epidemias y nuevas enfermedades provienen en su mayoría de los animales (evola, sida, vaca loca, gripe aviar,  “coronavirus”, etc.) . Un cuarto de la población mundial desaparecerá en corto tiempo por estas causas. No es necesario sumar demasiada explicación a esto, ya que todos tenemos aun presente la pandemia de Covid -19 y las millones de vidas humanas perdidas en todo el planeta. Aun no salimos de este golpe y ya tenemos la guerra a la puerta.

La Palabra de Dios se cumple. Es urgente creerle a Dios y estar preparados para la venida de su Hijo. Usted está preparado? Ya a asegurado su salvación?

 

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