DAME DE ESA AGUA

 

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Hoy Dios va a apagar tu sed, va a darte paz en tu corazón y va a saciar todas tus necesidades. El conoce tu situación personal, el sabe por lo que venís pasando y como está tu corazón…

Sabes porque a Jesús le era necesario pasar por Samaria? No porque era el camino más corto para llegar a donde iba sino porque quería tener un encuentro con aquella mujer. Los judíos evitaban pasar por Samaria, no querían ni pisar ese lugar, lo desviaban aunque tuvieran que tomar un camino más largo, porque no querían juntarse con los samaritanos. Es que los discriminaban, considerándolos inferiores e impuros, dado que los del norte (Samaria era la capital del reino del norte) se habían mezclado casándose con otras razas. Por eso eran considerados mestizos e impuros.  Jesús en cambio, ama a todos por igual a el no le interesa tu pasado, tu apellido, tu condición social, el color de tu piel, etc. a el le es necesario encontrarse contigo en este día para sanar tu corazón!

Sabes porque la Biblia no menciona el nombre de esta mujer? Porque esa mujer bien podrías ser vos, yo, cualquiera de nosotras! …la sanjuanina, la porteña, la caucetera…

Era costumbre de las mujeres ir al pozo a buscar el agua para la casa. Pero no lo hacían al mediodía! (la hora sexta) lo hacían temprano en la mañana.  Esta mujer era trabajadora, fuerte, guapa…pero a la vez sufrida, y ese dolor iba por dentro. Presta atención a su historia: Dice la Biblia que ella había tenido cinco maridos y ahora estaba en pareja conociendo a un nuevo hombre, es decir iba por el sexto.  No es que ella cambiaba de marido sino que os hombres, la usaban y la desechaban. En aquel tiempo la mujer no podía irse de la casa ni gestionar un divorcio, en cambio el hombre si, por cualquier motivo podía darle “carta de repudio” y echarla de la casa. Así que esta mujer venia de sufrir decepciones ya sea porque alguno de los hombres se le murió o bien, y lo más probable, porque los maridos la desechaban.  Ahora bien, a vos te puede pasar una vez, dos veces, pero no vas a dejar que te pase una tercera!  Alguien dijo, “aquel que se quema con leche ve la vaca y llora!” en algún momento tenes que aprender la lección y decir “basta!,  no voy dejar que me usen más!” . En algún momento tenes que poner un límite y decir, esto no sirve, no me conviene, esto no me hace feliz, esto no es bueno para mi vida! Pero parece que esta Samarita o no aprendía o no podía estar sola! Tenía como una suerte de adicción a los hombres y eso la llevaba a cometer el mismo error y volver a caer en sus telarañas. Ella no podía estar sola porque tenía una carencia emocional. Necesitaba tener un hombre al lado para sentirse bien, porque si no se sentía vacía.

Hay mujeres así hoy también. Mujeres que se separan y al poco tiempo están otra vez con una pareja celosa, golpeadora, con un vago…y ella sabe que es así, salen de “Guatemala y se meten en wate peor” pero no lo quiere ver porque necesita a alguien para sentirse bien, segura, para llenar el vacío! Con tal de no estar solas entran en un sistema de negación…”Bueno pero nadie es perfecto! Ya va a cambiar, lo importante es que me dijo que me ama, yo lo voy a ayudar,  ya va a conseguir trabajo,  etc.”  la negación es el mecanismo que usan las personas para no enfrentar la realidad, con tal de no tener problemas o de sentirse acompañados a cualquier costo. Como aquellos padres que vos le decís que su hijo está con malas compañías o en drogas y tratan de cubrirlos de negarlo, de minimizar, porque tienen miedo de enfrentar y perder, quedarse sin nada. La negación no sirve, porque tarde o temprano vas a sufrir.

La Samaritana no quería ver la realidad porque no soportaba la idea de estar sola. Ella tenía problema de baja estima.

Seguramente esa carencia afectiva  venia de su infancia. Su madre paso por lo mismo. Ella nunca tuvo una familia estable, un papa presente y cariñoso por eso ahora buscaba en los hombres su felicidad y llenar ese vacio.

Cada vez que hay una carencia afectiva se establece una “necesidad” de tener, de ser mirado, felicitado, observado, querido, deseado, etc.

Siempre que hay un vacio, una carencia,  aparece una necesidad y buscamos llenarla con algo.

-Parejas ocasionales.

-Drogas y alcohol.

-Comprar cosas, tener algo nuevo.

-llamar la atención, ser el centro de los demás

-Idealizar, depender de los demás, buscar la aprobación constante

Así como cuando tenemos sed (es decir, nuestro cuerpo necesita agua) buscamos tomar algo, y apagar la sed, cuando nuestra alma tiene sed buscamos como apagarla. Ahora bien, no cualquier agua apaga la sed, solo el agua de vida eterna, solo el espíritu de Dios puede apagar nuestra sed. Porque el que bebe del agua de este mundo vuelve a tener sed, pero todo aquel que bebe del agua que Cristo da no vuelve a tener sed jamás.

Vos me dirás: “Pastora, yo vengo a la iglesia, yo ya conocí a Jesús!”  “¿Por qué a veces me siento vacía y sola?

“Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua (Jeremías 2:13)”

Quizá buscaste tu satisfacción en otras fuentes: En las personas, en tus planes, buscando experiencias nuevas, placeres, viviendo una aventura extra matrimonial, probando vivir como tus amigas, quitándote años para estar más a la moda, pero al final la sed vuelve, sabes porque? Porque no existe nada en esta tierra que pueda hacer feliz al hombre o la mujer, sino solo la presencia de Dios en su vida.

Tenes que dejar de enamórate de “maridos nuevos” de “Placeres nuevos” de “experiencias nuevas” y volver a la fuente;  volvete a Jesús, busca tener un encuentro nuevo con Jesús, enamórate de él, busca la manifestación del Espíritu Santo,  volve a tu primer amor! Volve a la fuente al día y al lugar donde viste a Cristo por primera vez y tu vida volverá a cobrar sentido!

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