LA PUERTA DORADA

 



Jerusalén es conocida en la Biblia como la ciudad santa o la ciudad de Dios. Desde tiempos antiguos ha tenido una importancia histórica y religiosa inigualable. Fue en Jerusalén donde Jesús el Mesías camino y se manifestó entrando en aquel domingo, conocido hoy, como domingo de ramos haciendo bienes y demostrando que era el hijo de Dios, el Mesías anunciado en las profecías bíblicas.  Esta ciudad nunca tuvo paz, tal como lo profetizó el propio Jesús,  y luego de su ascensión tanto el templo de Jerusalén como gran parte de la ciudad fueron destruidas. Desde entonces distintas guerras e invasiones se sucedieron en esta santa ciudad y muchos la han reclamado para sí, principalmente el pueblo musulmán que la conquistado y tomado posesión de ella en lugares clave. Fue justamente en el siglo 15 que un sultán conocido con el nombre de Solimán el Magnífico se dedicó a la monumental tarea de reconstruir las murallas y las 8 puertas históricas de entrada a Jerusalén.

Cada una de las 8 puertas de Jerusalén tienen nombre: La puerta de Damasco, de Herodes, la puerta Nueva, de los Leones, la puerta del Estiércol, de Jafa, la puerta de Sion y la puerta de la Misericordia, también conocida como la puerta oriental o la puerta dorada.

Esta última es la más destacada tanto por su cercanía a donde estaba ubicado el templo, tanto por estar frente mismo al Monte de los Olivos, como por la importancia que a ella le dan las profecías bíblicas.

Cuando Solimán el Magnífico dirigía la reconstrucción del muro y sus puertas,  en un acto envuelto de misterio ordenó que esta puerta, la puerta oriental, fuese sellada. Esta es la única de las 8 puertas que se encuentra al día de hoy sellada e inaccesible. Ahora, ¿por qué? ¿Por qué mandó cerrarla? Que temor había y hay aún hoy de que esa puerta sea abierta?

Pues, el pueblo Musulmán, acérrimo enemigo del pueblo judío, conoce las profecías bíblicas en especial aquella que anuncia que el mesías cuando venga entrara por esa puerta para reinar en la santa ciudad. Entonces en un intento (absurdo claro) de que esa profecía no se cumpla y de que el mesías de los judíos pueda reinar desde Jerusalén la han cerrado. Pero no solo eso! sino que delante mismo de la puerta han establecido un cementerio, si, un cementerio musulmán, ¿Con que fin? Con el fin de hacer más imposible la entrada del mesías a Jerusalén, ya que según la ley de Moisés, ningún sacerdote, y por ende, menos quien sea el mesías puede entrar al templo si tiene la impureza de haber estado con muertos o haber pasado por la morada de estos. La paranoia no finaliza aquí, en pro de impedir a toda costa que el Mesías de la Biblia se manifieste y entre a Jerusalén, del lado de adentro de la puerta oriental hay una guardia de 24 horas diarias, 7 días a la semana que vigila de que nadie se atreva a pasar.

Lo que ignoran tanto musulmanes como judíos, porque tienen la vista velada a la revelación de la Palabra de Dios, es que el Mesías ya vino y entró por esa puerta dando cumplimiento a la profecía de Zacarías 9:9 

“¡Alégrate, oh pueblo de Sion! ¡Grita de triunfo, oh pueblo de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti. Él es justo y victorioso, pero es humilde, montado en un burro: montado en la cría de una burra” 

Jesús descendió del Monte de los Olivos, montado en una cría de burro, paso por la Puerta del Oriente, entró al templo, lo purifico y desde allí se rebeló al mundo con poder y gloria!

Ahora este mismo Jesús prometió regresar, para reinar desde Jerusalén y poner a sus enemigos debajo de sus pies. Por eso lo bien que hacen los enemigos del pueblo de Dios en tener miedo y querer cerrarle la puerta al Mesías. Pero lo que no entienden es que a Dios nadie lo puede detener, sus planes han de cumplirse se oponga quien se oponga, por lo cual hay una profecía que aun espera cumplimiento y es la que se encuentra en el libro del profeta Zacarías en el capítulo 14: 4

“Sus pies se posarán aquel día en el monte de los Olivos, que está frente a Jerusalén, al oriente; y el monte de los Olivos se hendirá por el medio, de oriente a occidente, formando un enorme valle, y una mitad del monte se apartará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur”

Cuando Jesús regrese en gloria, lo que esta por ocurrir muy pronto, el pondrá sus pies sobre el monte de los Olivos que está enfrente de la puerta dorada, la tierra va a temblar, el monte se separara en dos y en ese evento la puerta se abrirá y nada podrá impedir que el Mesías tome su lugar.

Querido hermano esto mismo que ocurre en Israel ocurre también a nivel espiritual en cada una de nuestras vidas. El enemigo procura hacer lo imposible por mantenerte afuera, por cerrarte las puertas, por impedir que el propósito y la palabra de Dios se cumplan en tu vida, pero se oponga quien se oponga, nada ni nadie podrá impedir que la puerta se te abra. Dios sacudirá los cimientos del mismo infierno a fin de que las puertas cerradas se te abran y puedas tomar el lugar que Dios te prometió.

 

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