CUAL ES TU DALILA?
El objetivo del Diablo es que usted pierda su salvación, que
usted se desvíe del camino de Dios. Para lograrlo Satanás actúa astutamente a
través de tentaciones, engaños, placeres y también colocando en su camino
personas que le alejan de su santidad.
Un ejemplo de esto lo hallamos en Sansón, un hombre de Dios,
lleno de la unción del Espíritu Santo. Satanás que lo conocía y conocía sus
puntos fuertes y débiles, cruzo en su camino a una mujer llamada Dalila. Sansón
a pesar de las advertencias le entrego su corazón a esta mujer y esa fue su
ruina. Detrás de esa mujer bonita y dulce se escondía un espíritu inmundo que tenía
como finalidad engañar a Sansón y despojarlo de todo lo que Dios le había dado.
Sansón pensó que no era tan grave, que él podía enfrentar la situación con sus
fuerzas pero infelizmente termino perdiéndolo todo, hasta su vida y su salvación.
Esto mismo se repite a diario en la vida de los hijos de
Dios. Satanás busca la manera de hacerle caer, de que te enfríes, de que
pierdas la fe y finalmente la salvación. El envía “Dalilas” a tu vida para
hacerte mal. No se puede jugar con fuego sin quemarse. Dalila representa lo que
te gusta pero te hace mal, lo que vos sabes que tenes que dejar, renunciar,
pero no podes porque está arraigado en el corazón, Dalila representa lo que te
aleja de Dios, de tu llamado, de tu ministerio, de tu santidad.
Para no caer en la trampa del maligno, ni ser atado por ese
espíritu de engaño y seducción es necesario:
-Que te alejes de lo que te hace mal, de lo que no edifica tu
vida, de lo que no concuerda con la Palabra y la voluntad de Dios. Así de
simple! No haga concesiones, no diga “un poquito no me va a hacer mal” porque
ya dijo Jesús: “Un poco de levadura leuda toda la masa”
-Ore para no caer en tentación: Satanás quiere que flaquees
que te dejes vencer por el cansancio y la prueba, pero en tu Getsemaní es
cuanto más tenes que orar y estar en comunión con tu Padre celestial.
-Cuide su comunión con Dios: y la única manera de lograrlo es
pasando más tiempo con él, más tiempo en su presencia. Someteos pues a Dios,
resistid al Diablo y este huirá de vosotros.
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