Sansón fue un hombre escogido por Dios desde el vientre de su madre. Dios lo trajo a este mundo con un plan, con un propósito, con una asignación. El estaba destinado a ser juez y libertador en Israel. A través de él, Dios libertaria a Israel de la opresión filistea. Para ello doto a Sansón de una fuerza inusual. Cuando leemos su historia vemos que Sansón hacia cosas que ningún otro mortal podía hacer. ¿Por qué o para qué Dios le dio esta capacidad? Para cumplir su misión de libertador! Las fuerzas sobre humanas no provenían de el sino del Espíritu Santo que habitaba en él y para ello, para conservar esa capacidad,   Sansón debía cuidar su relación con Dios manifestada a través de un voto de consagración. Ese voto consistía, entre otras cosas,   en mantener su cabellera larga sin que nunca pasara navaja por su cabeza. Esa cabellera larga era como un velo que exteriorizaba, ponía de manifiesto, que el Espíritu de Dios estaba sobre él. Sansón tenía todo de su lado para triunfar, sin em